El próximo domingo habrá elecciones para renovar seis gubernaturas en el país: Quintana Roo, Aguascalientes, Hidalgo, Tamaulipas, Durango y Oaxaca. Representan el 17% del padrón electoral nacional.
En nuestro estado contenderán 4 candidatos: Carolina Viggiano, coalición Va por Hidalgo (PRI, PAN, PRD); Julio Menchaca, coalición Juntos hacemos historia en Hidalgo (Morena, PT, Nueva Alianza Hidalgo); Francisco Berganza, Movimiento Ciudadano (MC) y, José Luis Lima Morales, Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Las campañas se iniciaron el 3 de abril, y tácitamente culminarán hoy; ya, desde mañana y hasta el sábado regirá veda electoral.
Según encuestas, indicativas de supuestas preferencias de votantes, más no parte del temario oficial de los comicios, Menchaca va adelante, seguido por Viggiano, Berganza y Lima, estos dos más rezagados.
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Bajo auspicios del IEEH se celebraron tres debates, el último, jueves 26 de este mayo. Como suele ocurrir en este tipo de eventos y sobre todo entre los de mayor penetración ciudadana, suelen producirse roces que rebasan los temas establecidos.
Desde luego, no se esperan predominios de tersura en este tipo de ejercicios, pero sí que se mantenga una ecuanimidad respetuosa, con vocabulario adecuado a la personalidad de quienes intervienen.
Y con una mirada hacia el pasado, uno muy remoto, ciertamente, se recuerdan dos debates que hicieron historia.
El 26 de septiembre de 1960 se registró el primer intercambio de opiniones, para decirlo con amabilidad, entre Richard Nixon y John F. Kennedy. Lo singular es que fue el primero de carácter presidencial en directo por la televisión mundial.Fue seguido por 70 millones de telespectadores.
Hubo asuntos que se analizaron, más joven, Kennedy, salió avante, según muestreos. Pudo influir que Nixon rehusó maquillarse y además se presentó con una barba vespertina, junto con un “triste traje gris”.
John cuidó mucho su imagen. Dijeron que hasta había tomado el sol para aparecer como “un moreno envidiable”. Nada volverá a ser igual, apuntó el director de MAS Consulting y experto en elecciones estadounidenses, Daniel Ureña.
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En México, cinco aspirantes a la Presidencia de la República, debatieron en abril de 2018. Fueron: Andrés Manuel López Obrador, Juntos Haremos Historia (Morena, PES, PT); Ricardo Anaya, México al Frente (PAN, PRD, MC); José Antonio Meade, coalición Todos por México (PRI), y sin partido Margarita Zavala y Jaime Rodríguez –El Bronco-.
El encuentro se inició a las 20 horas y la sede fue el Palacio de Minería. Tengo presente una escena por televisión cuando arribaban López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller. Ya anochecía.
Meade y la señora Zavala se comportaron sin ser en exceso agresivos; El Bronco hizo honor a su mote. Hoy se encuentra hospitalizado y en carácter de detenido.
Anaya fue quien desde el principio arremetió contra AMLO. Irónico, con una perenne sonrisa de “doble filo”.
El morenista no se dejó atrapar, mesurado, diferente al que hoy estelariza La Mañanera.
De ahí en adelante se perfiló el político tabasqueño. No fue sorpresa su triunfo en la elección.
Meade, el hombre de confianza de Enrique Peña Nieto, fue de los primeros en reconocer su victoria.
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