La soberbia de les abogades

El Poder Judicial tanto a nivel federal como a nivel estatal requiere, urgentemente, una reforma, pero estoy totalmente en contra de la propuesta que actualmente se está discutiendo en el Congreso Federal y que parece inminente su aprobación.

También, la mayoría del tiempo estoy a favor de cualquier propuesta que convoquen las juventudes y les universitaries, como bien nos dice Gina Jiménez: ¿Alguien recuerda algún suceso en el que las protestas estudiantiles hayan estado del lado incorrecto de la historia?

Y aunque yo no recuerdo ninguna, lo que sí tengo fresco en la memoria es que casi siempre las facultades de derecho, de escuelas públicas o privadas, son quienes llegan a manifestarse en contra de las protestas que convocan sus compañeros. No olvidemos en el marco de Ayotzi y el 132 que derecho no quería irse a paro, o que en UNAM CU para qué derecho se vaya a paro es casi un milagro.

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Obvio, las cosas han cambiado y les estudiantes de derecho empiezan a voltear a ver desde su tabique el contexto social y político en el que nos encontramos y el valor de la protesta.

Sin embargo, tengo que confesar que no salí a marchar el domingo. Pensé en hacerlo porque comparto la preocupación de lo que se avecina, pero decidí no hacerlo cuando ví en las redes algunos de los mensajes con los cuales pretenden “despertar” a la gente. Clasistas, racistas, elitistas. La convocatoria era ir vestidos de blanco, un color que la derecha y los conservadores han usado históricamente en las marchas antiderechos.

Las fotos y videos me mostraban a gente vestida con marcas de lujo, a lado de personajes muy cuestionables de la política nacional. No es su culpa, une convoca a una marcha y no puede prohibir la entrada pero simbólicamente todos estos elementos no nos ayudan a acercarnos a quienes va a impactar de una forma horrorosa está reforma.

Como gremio, ya sea como estudiantes,como litigantes, asesores políticos, juzgadores tenemos que asumir que hoy un grupo importante de la sociedad no nos acompaña en esta lucha porque durante décadas nuestra soberbia, las acciones culeras que abogades son ética han hecho, nos distanció de la justicia y del dolor de las personas.

Nuestros tecnicismos crearon un lenguaje imposible de entender y nos hemos reído y sentido orgulloses de ello.

La desconexión con la realidad por creer que tenemos el poder para entender el sistema legal hoy está teniendo esas consecuencias.

Hace 2 semanas el Frente de Colegios, Barras, Asociaciones de Abogados del estado de Hidalgo, el cual es dirigido por una mujer, decidió salir a protestar por el paro de labores que el Poder Judicial Federal está haciendo. Cuando vi la nota me reí porque ahí me quedó claro que hay un grupo de personas quienes sus intereses se verán privilegiados con esta reforma y que juran que su mayor preocupación es el acceso a la justicia.

No sé qué pasará con esta reforma, si espero que suceda un milagro y se detenga está propuesta para realmente trabajar en una que sí tenga al centro al pueblo y acabar con la impunidad. Pero si esto no sucede como gremio tenemos que tener una reflexión y crítica durísima para cambiar lo que hoy hace que la gente nos repudie.

Lo peor es que estoy segura que solo detonará más soberbia en nosotres y comentarios clasistas, elitistas que empezarán con se los dijimos, nosotres teníamos la razón como si eso resolviera algo de lo pasará.