La seguridad como factor determinante del desarrollo

Simón Vargas Aguilar*

Contrario a lo que podría pensarse crimen y economía no son temas disociados, la inseguridad se encuentra estrechamente relacionada con la inhibición de la expansión económica, y es que la violencia no sólo golpea de forma personal a aquellos que la viven en carne propia, sino que su efecto quebranta el tejido social, lo que a su vez deteriora la percepción de posibles inversionistas.

La atracción de capital, no solo depende de un marco jurídico que proporcione reglas claras a los empresarios o de la ubicación geográfica en la que se encuentre el destino de inversión, sino que también se requiere certeza con respecto al tema de seguridad. De acuerdo al Informe mundial sobre competitividad para atraer inversiones emitido por el Banco Mundial un entorno normativo favorable junto con la estabilidad política, la seguridad y las condiciones macroeconómicas son factores claves para las empresas multinacionales a la hora de tomar decisiones sobre inversiones.

Desafortunadamente, es innegable que el crimen y la violencia han ido en aumento y con ello la incertidumbre por parte de los empresarios e inversionistas, lo que desafortunadamente ha quedado de manifiesto en el Índice de Confianza de Kearney 2020,ya que por primera vez desde 2011 nuestro país salió del top 25 de las naciones más atractivas; es por ello que hoy más que nunca la disminución de la violencia debe convertirse en un tema prioritario para los gobiernos y los ciudadanos quienes deben participar través de la denuncia.

El tema es complejo y debe ser analizado desde diversos ángulos, porque no solamente recae en la percepción o el incremento de la violencia sino también en factores como el estado de derecho, la impunidad y la corrupción elementos que deterioran el crecimiento y ahuyentan la inversión.

Apostar por políticas públicas y proyectos que disminuyan la inseguridad es también impulsar el desarrollo económico, y es que la inversión no sólo se traduce en creación de empleos, también permite el desarrollo y crecimiento de las entidades, favorece el turismo, posibilita la construcción de infraestructura e incentiva a más empresas a dirigirse hacia aquellos lugares donde las ganancias además de ser económicas también radican en el capital humano.

A pesar de los esfuerzos conjuntos y de los planes para disminuir la inseguridad ésta continúa siendo uno de temas que más preocupan a la población y claramente ninguna empresa o empresario desea invertir en lugares donde la criminalidad, la impunidad y/o la corrupción sean estén presenten, por contrario será justamente de estos sitios de donde se alejarán.

Hoy más que nunca debemos rediseñar los planes y programas de seguridad, así como los sistemas de procuración y administración de justicia, debemos continuar enfocándonos en la disminución del crimen y en la restructuración del tejido social, pero además debemos entender que la paz social es un trabajo de todos donde los valores y principios juegan cada vez un papel más significativo, y aquí, es donde la participación de la sociedad es imprescindible.

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.

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