La Columna de Hierro
Unos días antes de que diera inicio el Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la LXVI Legislatura, la presidenta de México Claudia Sheinbaum envió a la Cámara de Senadores una iniciativa de carácter electoral, cuyo objeto es prohibir la figura de la reelección inmediata en cargos de representación popular, tales como: senadoras, senadores, diputadas(os) federales y/o locales, presidentas(es) municipales, regidoras, regidores, síndicas, síndicos, alcaldesas, alcaldes, concejalas y concejales.
Es menester mencionar que en su exposición de motivos señala que en nuestra historia política el principio de no reelección ha sido esencial en la lucha por frenar la concentración del poder y la perpetuación en la toma de decisiones en manos de una élite política… En 2014 los neoliberales acabaron con tal principio y alentaron la reelección como botín político de unos cuantos; además de lo anterior, en lugar de fomentar la rendición de cuentas, la reelección consecutiva se convirtió en una herramienta de ciertos grupos de poder para negociar y monopolizar la toma de decisiones.
Aunado a lo anterior, la iniciativa de la presidenta puso en el debate un tema por demás interesante, importante y urgente a mi parecer: atacar, frenar y desaparecer del acontecer político el nepotismo electoral.
“No tener o haber tenido en los últimos tres años anteriores al día de la elección un vínculo de matrimonio o concubinato o relación de pareja o de parentesco por consanguinidad o civil en línea recta sin limitación del grado y en línea colateral hasta el cuarto grado o de afinidad hasta el segundo grado, con la persona que está ejerciendo la titularidad del cargo de representación popular”.
Sin duda, esta iniciativa es de lo más importante en los últimos años, la misma planteaba entrar en vigor en 2027, cabe decir que en comisiones pasó sin contratiempos el 18 de febrero; no obstante, ya en el pleno el 25 del mismo, el senador Manuel Velasco, del Partido Verde Ecologista de México, y el senador Adán Augusto López Hernández, de Morena, presentaron una reserva para que en lugar de 2027, entrara en acción en 2030, lo curioso del tema es que quien defendió el punto del cambio de fecha fue el coordinador de los senadores de Morena.
La anterior situación fue justificada por la señora presidenta al día siguiente, comentando que tal acción fue llevada a cabo por el presidente de la Jucopo en el Senado, para asegurar los votos de los aliados y, como es reforma constitucional, era necesario contar con las dos terceras partes de la Cámara Alta; lo que sí es un hecho es que tal decisión dejó descontento al interior del grupo parlamentario de Morena, porque le quita cierta esencia a la propuesta que, como ya hemos señalado, es de suma importancia.
La presidenta de Morena ante el llamado de Claudia Sheinbaum para que su partido actuara en congruencia señaló que revisarán de manera puntual y profunda los perfiles para las elecciones que están por celebrarse este año y en el 2027, esto con el objetivo de evitar que se siga dando de manera grotesca el nepotismo electoral.
Habrá que ver que se cumpla con esa promesa, porque de lo contrario la 4T sufrirá con certeza bajas notables para las elecciones venideras. No se puede tapar el sol con un dedo y soslayar que varios de los principios por los que fue fundado Morena hoy están rebasados, atropellados y olvidados, por eso era urgente que la iniciativa se pusiera en práctica de manera inmediata para la próxima elección federal.
Por lo pronto, es importante señalar el valiente papel que hace nuestra presidenta con el desequilibrado presidente de los Estados Unidos y eso le ha valido que su aceptación sea muy alta de acuerdo con la mirada y pensamientos del pueblo de México, no sólo de la clase baja sino también de la media y de un sector muy importante de la clase adinerada del país; sin embargo, el electorado hoy más informado puede hacer un voto selectivo y, por qué no decirlo, también de castigo.
Por: Navor Rojas

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