Con el currículum profesional más amplio de los nueve aspirantes a Procurador General de Justicia del Estado de Hidalgo, el presidente municipal de Mixquiahuala, José Ramón Amieva Gálvez declinó participar, decisión que dio a conocer mediante una misiva donde ofrece sus argumentos, decisión que evita conflictos en el proceso en el que se apreciaban barruntos de tormenta.
Su inscripción, alteró a Tirios y Troyanos, preocupó al secretario de Gobierno, Simón Vargas Aguilar, y al ala universitaria de la fracción parlamentaria de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) luego de que Rafael Garnica Alonso obedeciendo órdenes de sus jefes pidió sin sustento ni argumento que le investigaran por su paso como jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
“Mensaje” del vicecoordinador político del Clan Sosa-Universitario, que no atendió Amieva Gálvez; mientras el cabildeo del segundo piso de Plaza Juárez, se dirigió a no generar tensiones o conflictos innecesarios en la víspera de las elecciones para renovar el Poder Ejecutivo, al final la determinación del mixquiahualense contribuye a evitar alteraciones.
La decisión de José Ramón Amieva, a quien se atribuye una operación política quirúrgica en el pasado proceso electoral, que él insiste en negar y que obvio no juega solo, se calificó en mentideros políticos como acto de madurez y responsabilidad política para no generar inestabilidad antes el proceso electoral de 2022, del que sigue como protagonista.
Porque no negoció ni acordó con Vargas Aguilar como el fuego amigo intenta hacer creer; pero con intención o sin ella su inscripción y la polémica que generó como aspirante a procurador, reforzó el posicionamiento de su imagen y se mantiene aunque como lo dijo públicamente no le comen ansias, en la lista de quienes son considerados como posibles candidatos a la candidatura de Morena a gobernador de Hidalgo.
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