Declaración política de la II Reunión Latinoamericana y del Caribe de Causa Justa
Bogotá D.C., 9 de agosto de 2022
Durante los días 8 y 9 de agosto nos reunimos en Bogotá, Colombia, líderes feministas de América Latina y el Caribe para reflexionar, compartir e imaginar sobre la lucha por la libertad y autonomía reproductiva de las mujeres. Producto del debate, realizamos la siguiente declaración:
1. Es fundamental que nuestras sociedades y Estados reconozcan y respeten la libertad de las mujeres para tomar decisiones sobre su reproducción en tanto sujetos morales y ciudadanas plenas como un camino esencial para la construcción de sociedades más democráticas y estados laicos.
2. Es imprescindible generar las condiciones para que cada mujer, que así lo desee, pueda interrumpir su embarazo en las instituciones de salud o en los entornos en que se sienta segura y acompañada. Oportunidades y opciones.
3. Hacemos un llamado especial a introducir miradas que reconozcan la amplia diversidad entre las mujeres para impedir las desigualdades en el acceso a servicios de aborto con especial atención a las mujeres que viven en mayor situación de vulnerabilidad relacionada con la pobreza, en las mujeres afrodescendientes, indígenas, migrantes, niñas, jóvenes, campesinas, mujeres con discapacidad, hombres trans y personas no binarias, entre otras.
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4. Es necesario abandonar los marcos legales que nos han impuesto quienes hace siglos formularon los códigos penales que nos constriñen, y para ello, es propicia la crítica al uso del derecho penal transformando el paradigma para la regulación del aborto y los términos de la conversación pública sobre el mismo. Urge detener cualquier forma de criminalización contra las mujeres, sus familiares, acompañantes y prestadores de servicios de salud, además de toda forma de penalización social.
5. Las normas restrictivas de carácter sanitario o legal, incluidos los modelos de causales y plazos, aunque en menor medida, no reconocen ni protegen de manera integral y suficiente los derechos humanos de las mujeres, y hacen que la experiencia del aborto esté marcada por persecución penal, barreras y estigmatización.
6. Desde los distintos movimientos, redes, plataformas, grupos y organizaciones promoveremos todas las acciones necesarias para avanzar hacia la liberalización del aborto en el continente y en cada uno de nuestros países, para avanzar hacia políticas públicas integrales que favorezcan el acceso a los servicios y la despenalización social. Es decir, la creación de entornos de legitimidad para las decisiones de las mujeres.
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7. El capital político del movimiento que lucha por la despenalización del aborto es inmenso y es por tanto urgente que esta lucha sea incorporada en las agendas más amplias por la justicia social, los derechos humanos, la democracia y los Estados laicos tanto en los países como a nivel internacional. Los repertorios de movilización que hemos desplegado desde el Sur Global son variados, creativos y faro de esperanza para otras regiones del mundo.
8. Valoramos los espacios de confianza que permiten discutir estrategias con respeto y con honestidad, y creemos que es necesario sostenerlos y transformarlos en articulaciones que permitan encaminar esfuerzos colectivos.
Finalmente, expresamos nuestra profunda preocupación por la persistencia de la prohibición total del aborto en El Salvador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana. Y denunciamos una vez más la situación política y la falta de garantías democráticas de varios países de la región, con especial preocupación por El Salvador, Guatemala, Haití y Venezuela y llamamos la atención de manera particular sobre lo que sucede en Nicaragua en donde la persecución a líderes feministas amenaza su integridad, libertad de expresión y las garantías para el ejercicio de la participación y la oposición.
¡La libertad es imparable!
Firman 50 organizaciones feministas de América Latina y el Caribe.