Recientemente, se acaba de dar la resolución del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) sobre la asignación de las diputaciones plurinominales, las cuales me parece importante recordar que esta figura surgió en la reforma política del año de 1977 y, en su momento algunos partidos políticos nominaban a personas que formaban de la comunidad LGBT, feministas, de pueblos originarios, etc., como fue el caso de la primera congresista federal lesbiana que hubo en México, Patria Jiménez en el año de 1997 fundadora de la organización civil El clóset de Sor Juana que defiende los derechos de las mujeres lesbianas, además parte organizadoras de la primera marcha LGBT en México; posteriormente en el año 2000 por la misma vía plurinominal llegó Enoé Uranga quien contó con una amplio respaldo de organizaciones y activistas para de nueva cuenta contar con un liderazgo fuerte y comprometido con las causas en el congreso, en ambos casos sus participaciones en tribuna e iniciativas de ley visibilizaron lo que para otros eran “cosas sin importancia” que permitió llevar a la discusión nacional las agendas de los movimientos sociales, de ambas podría decir, muchos más cosas, que ya en otra ocasión tendré oportunidad en este mismo espacio de resaltar la genealogía feminista de la que han sido parte en nuestro país.
Independientemente de los resultados que se han dado en Hidalgo en el que cada partido político tiene derecho a realizar las impugnaciones por los resultados, pienso que cada vez más las bases y la militancia debe pensar en quienes ocupan estas curules, porque por lo menos en nuestro estado, lo que vemos es que a quienes postulan en las primeras posiciones (con amplias posibilidades de llegar) son a la élite o grupos de esos partidos como al presidente estatal del PRI o a un conservador que quiere seguir siendo parte de las decisiones del PAN, pero otros partidos tampoco están distantes de estas mismas prácticas.
Es una lástima que partidos como el PRD no hayan puesto en primer lugar de las plurinominales a un perfil como Monserrat Olvera, una joven empresaria cafetalera de la zona rural de Acaxochitlán, con una preparación académica sólida que se asume como feminista, en la que parte de su campaña habló de la importancia de tener una curul violeta, además con su maestría y negocio sabe de la importancia de preservar el medio ambiente en Hidalgo y de los despojos que sufren las campesinas además de la violencia, es de las voces que sin duda tienen que estar en el Congreso de Hidalgo, desde aquí escribo para hacer una llamado a la militancia y a la cúpula de ese partido para que en la pelea de las impugnaciones y si se logra un espacio más sea justamente Monserrat Olvera quien logré ocuparlo por el principio constitucional de paridad pero también como parte de un acto ético de las causas que se dicen abanderar desde la izquierda, otro llamado es que la defensa de ello se hagan con presupuesto del partido que no es menor y que debe ser para la militancia que en situaciones como está es necesario llamar a rendir cuentas y hacer lo correcto.
Pero además necesitamos justamente quien sea parte de las causas y agendas sociales que son parte de su historia y de la importancia de la pluralidad en Hidalgo tan necesaria.
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