Los economistas gustan de observar fenómenos como los que suceden en Navidad, en lo personal me gusta ver cómo el libre mercado funciona en esta época, es increíble ver cómo millones de productores y consumidores se están poniendo de acuerdo para realizar una transacción económica y de cómo esa forma de organizarnos crea riqueza. Eso lo puede ver uno en los centros comerciales, por ejemplo, en ese lugar cientos de empresas tratan de ganarse la decisión del consumidor, ellos tienen que lograr que su producto sea valorado por la persona que va a comprar mientras que el consumidor se ve envuelto en un mar de posibilidades, al final, cuando se logra la transacción económica, tanto el que vende como el que compra habrán ganado algo, el vendedor habrá obtenido dinero y el comprador habrá obtenido un producto que valora más que el dinero que traía en la cartera. Es una situación de ganar-ganar.
Luego se nos olvida que esto no fue siempre así, cuando apareció Santa Claus como lo conocemos hoy y las sociedades occidentales comenzaron a celebrar la Navidad dando regalos, por allá del Siglo XIII, la gran mayoría de la población era muy pobre, si bien el concepto de pobreza era muy distinto al que conocemos hoy, la gran mayoría de los ciudadanos europeos de la época no podía darse el lujo de dar regalos de Navidad, eso sólo lo podía hacer un grupo muy pequeño de personas, las élites. Justo eso es lo que iba a venir a cambiar el capitalismo unos siglos después. En Inglaterra, por ejemplo, al final del Siglo XIX el 20% de sus habitantes vivían en condiciones de subsistencia y para cuando inició el Siglo XX sólo el 4% vivía en pobreza extrema. Hoy la pobreza extrema en ese país está prácticamente erradicada. El punto aquí es darse cuenta cómo la condición natural del ser humano fue la pobreza y fue gracias a una forma muy especial de producción lo que permitió crear riqueza y, entre otras cosas, que hoy la gran mayoría de las personas en muchas partes del mundo puedan dar regalos de Navidad.
Otra cosa interesante es la idea que se tiene de que la Navidad hace crecer la economía porque las personas gastamos en un periodo corto de tiempo una suma grande de dinero en ir a un restaurante, en comprar los adornos para el árbol, en comprar regalos o en darnos un lujo que no pudimos darnos a lo largo del año. Es cierto que durante la época navideña las personas gastamos más dinero que en otras épocas del año en ciertas cosas pero no es del todo cierto que eso haga crecer la economía por ese simple hecho. Lo que luego no vemos es que ese dinero que se gasta en esta época no se gastó antes o después en otra cosa, es decir, independientemente de la Navidad, ese dinero se iba a gastar a ahorrar o a invertir. La economía no crece más porque gastemos más, la economía crece más si producimos más, lo importante no es el consumo, lo importante es la producción, el consumo es la consecuencia de lo que antes produjimos.
Es por eso que en estas fechas me gusta valorar lo que el ser humano ha logrado, no es cualquier cosa tener el nivel de cooperación que se tiene hoy que logra que podamos darle a esa persona especial en nuestras vidas algo que la haga feliz o comprar ese vino español que viajó miles de kilómetros para estar en nuestra mano, no es cualquier cosa que hoy una gran mayoría de personas puedan adquirir un regalo de Navidad o llevar a su mesa un pavo, eso apenas hace unos 200 años no era normal y se ha logrado gracias a la forma en que nos hemos organizado. Si bien hay muchas cosas por mejorar, sobre todo en México, para que las personas que hoy no pueden disfrutar de ciertos estándares de vida lo puedan hacer pronto, no perdamos de vista lo que se ha avanzado, que no es poco. Feliz Navidad.
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