En solo 18 renglones, el exdiputado federal Julio César Ángeles Mendoza justifica la agresión a los reporteros José Alejandro Torres Castañeda y Rosalía Maldonado Franco porque estaba presionado por la situación que vivían los familiares de los nueve desaparecidos y sostiene que le había pedido discreción a los reporteros que cubrían el bloqueo carretero para exigir a las autoridades se iniciaran su búsqueda.
Postura que nadie le cree por sus antecedentes de prepotencia y abusos e incluso corrupción cuando fue presidente municipal de Atotonilco de Tula por un desvío de 9.5 millones de pesos de los cuales solo pudo justificar ocho quedando un faltante de un millón 127 mil 937 pesos por lo que fue detenido en abril 2012 junto con su tesorera Ariadna del Consuelo Muñiz Chávez.
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No fue la única ocasión en que fue detenido. En agosto de 2016 otra vez fue capturado por el delito de peculado por 202 millones de pesos según la averiguación previa 12/DAP/096/2015 pero libró la prisión al cometer la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo violaciones al debido proceso, pero nunca fue exculpado del delito que le atribuyeron.
Para ese entonces ya había pasado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) al Partido Encuentro Social (PES) y a pesar de estos antecedentes en 2018 el presidente estatal de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Abraham Mendoza Zenteno lo rescata y postula a la diputación federal y ahora pepena conflictos para llevar agua a su molino y volver a hacerse presente políticamente a pesar de su gris paso por San Lázaro.
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Por eso la incredulidad sobre su disculpa pública, que no basta por eso se espera que la PGJEH conduzca con celeridad la integración de la carpeta de investigación 16-2022-03483, más cuando el subprocurador que conoce de las agresiones a periodistas fue testigo del ataque a los dos reporteros, porque disculparse no lo exculpa de enfrentar el proceso penal iniciado por los reporteros Rosalía Maldonado Franco y José Alejandro Torres Castañeda.