La votación que registró la Revocación de Mandato y la denuncia de acarreo y propaganda ilegal, generó en los días siguientes a la jornada una nueva danza de cifras en los equipos de los dos más fuertes competidores, que buscan influir en la percepción ciudadana en medio de una guerra de descalificaciones que llaman la atención a pesar de los esfuerzos de ambos por darle mayor importancia a sus propuestas.
Mientras para los partidos de Va por Hidalgo a pesar del acarreo, coacción del voto y propaganda ilegal Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados perdieron con relación a 2018 más de 400 mil votos para Juntos Haremos Historia es importante contar con un piso de 425 mil votos cuando faltan seis semanas para la jornada electoral para gobernador del estado.
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Por un lado, las denuncias por las violaciones a la Ley Electoral, aseguran inhibirá acciones similares el 5 de junio por parte del partido oficialista, del otro sostienen que fue la gente la que se organizó y que si hubieran instalado más urnas electorales se habrían rebasado fácilmente los 500 mil votos, lo que sería un reflejo de lo que establecen la mayoría de las encuestas.
Se insiste en Va por Hidalgo en que la simpatía no se trasladará del presidente Andrés Manuel López Obrador a los candidatos de Morena; la versión contraria es que el mandatario es un activo que fortalece a la marca, además de que el trabajo de campaña viene consolidando las preferencias a favor del candidato común de Morena, Nueva Alianza Hidalgo (Panalh) y Partido del Trabajo (PT).
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Acompañan a esta danza de cifras y versiones las campañas de descalificaciones a través de redes sociales y de mensajería que en los últimos días que arreciaron en contra de Carolina Viggiano, pero no es menor la lanzada contra Julio Menchaca y, lo que ni así hacen ruido son los otros dos candidatos.
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