Conforme Juan Carlos Marín Gutiérrez y Víctor Manuel Velázquez Rangel ven que las resoluciones judiciales federales no les favorecen, emprenden otra embestida en contra de cooperativistas intentando apoderarse con grupos de choque y una campaña mediática para romper la unidad de quienes apoyan a Federico Sarabia Pozo y Alberto López Morales, de la planta Tula de la Sociedad Cooperativa de Cemento Portland La Cruz Azul
En el primer intento de apoderarse violentamente de la planta en abril, fallecieron 7 golpeadores y el hijo de un cooperativista, mientras continúa la disputa con la demanda por fraude genérico en contra de Sarabia Pozo en tribunales del fuero común de la Ciudad de México, que tras un amparo no procedió por falta de competencia.
Sigue leyendo: Cruz Azul: Sarabia acusa nuevo intento de asalto a planta
Proceso objetado en lo general hace seis meses y queja contra el juez hace una semana, que es utilizado por Marín y Velázquez para hacer creer a los cooperativistas que Sarabia Pozo los traicionó a cambio de que no ejecutarán en su contra una orden de aprehensión que no existe, porque así lo determinó la justicia federal además la venta y facturación del cemento que sale de la planta Tula, es legal.
Sarabia Pozo y López Morales, saben que los procesos judiciales no serán fáciles porque los disidentes están coludidos con jueces del fuero común de la Ciudad de México, pero no en la instancia federal, por eso tratan de tomar por la fuerza la planta Tula y romper la unidad de los cooperativistas, cuando el fraude genérico no procedió.
También lee: Hidalgo, la victoria del huachicol
De lo que ya están enterados los cooperativistas, que preparan la respuesta judicial a las maniobras mediante las cuales convirtieron en “sociedades privadas” varias empresas de La Cruz Azul y mantienen la alerta porque la intentona abortada por la policía estatal que contuvo el convoy de 20 autobuses, vehículos particulares y taxis de la Ciudad de México se puede repetir.