La soberbia no es buena consejera, por ello no le va tan bien al alcalde de Xochiatipan, Óscar Bautista Gutiérrez, digamos no tan bien en lo emocional, porque en el tema económico se nota su crecimiento económico hasta ahora inexplicable, bueno sí se puede explicar pero no por él porque de lo contrario hasta podría ser investigado por peculado o desvío de recursos, entre muchas cosas más.
Quien se decía un comerciantes de telefonía en celular y de la cultura del esfuerzo, rápido se le olvidaron sus orígenes y hoy se pasea de una camioneta de lujo por las calles de piedra de Xochiatipan con los vidrios arriba tal vez para no vez a las personas que viven en la pobreza extrema y caminan descalzas por esos mismos caminos.
La insensibilidad política y la deshumanización su persona se fue dando paulatinamente, ahora muerde la mano que lo apadrinó para que fuera candidato de Acción Nacional y ahora presidente municipal. Al alcalde Manolo Gutiérrez lo ve ahora como su adversario, Óscar se siente desplazado por el ex alcalde, pero no son más que sus inseguridades, sólo él tiene la culpa por no tener un gobierno humanista como tanto es cacaraqueado en el albiazul y que en Xochiatipan es una utopía.
Te recomendamos: El clan Badillo y su tradicional chapulineo
Su ambición hizo que también lo invadiera el cinismo, porque de acuerdo con la Plataforma Nacional de Transparencias entre su esposa y él reciben del erario casi 80 mil pesos mensuales libres de “polvo y paja”, porque eso sí para el temas de gastos familiares son facturados con cargo al erario público, ese que debería de beneficiar a los más desposeídos y que son mal administrados por alguien que solo utilizó la doctrina panista para una bandera para engañar a los electores y hacer dinero con la obra pública.
Habrá que decir que la bonanza si bien es cierto no es para todos también para otros contados con los dedos de las manos, como por ejemplo que busca imponer a su hermano Jonatan para que sea candidato a la Presidencia de Xochiatipan, aunque no es bien visto por la población, en primer lugar porque ni siquiera cuenta con un trabajo y segunda porque la gente no se identifica con él ni con su colección de tenis con marcas de diseñador que cada par tienen un costo mayor a los tres mil pesos por decir el más barato. Sin embargo, no será ni por imposición porque todo apunta que será una mujer quien sea la candidata en ese municipio.
Puedes leer: El mito de la unidad de Morena en Huejutla
Debido a su actitud, irresponsabilidad y falta de capacidad, aunado al pésimo trabajo que ha tenido ha sido multado en diversas ocasiones en las comunidades por ser incumplido y estas sanciones las ha pago con dinero de las arcas municipales, lo que representa un detrimento para el gobierno municipal. Ya van más de 300 mil pesos que el edil ha tenido que dar por sanciones comunitarias por usos y costumbres. Este tipo de equivocaciones tendrán seguro impacto político negativo.
La ceguera política de Óscar Bautista lo lleva a creer que pudieran dejar a un familiar como sucesor del gobierno de Xochiatipan, cuando debería de estar más preocupado por cerrar bien el gobierno a ocho meses de que concluya y de tantas irregularidades que se cometieron durante su administración de un pueblo pobre como un presidente millonario.
Por Iñaki Fernández