José Enrique Márquez, culpable de la restauración del Salón Regio

José Enrique Márquez Flores, de 48 años, es diseñador gráfico, ilustrador y diseñador editorial de carrera, pero desde hace siete meses se ha convertido en el cantinero principal del Salón Regio y ahora su dedicación ha cambiado “al negocio de la comida y el trago”.

Comenta que la transformación del Salón Regio no es una remodelación, sino una restauración, y que la idea fue retomar todos los elementos clásicos del lugar y regresarlos a la vida.

“Su base fue respetada. Restauramos la barra, los gabinetes, el piso original y la barra de la lonchería. Lo único nuevo fueron los baños, ya que ahora son mixtos y funcionales”, explica.

Está convencido de que las mujeres pueden entrar a donde quieran. “Aquí pueden entrar desde hace 30 años, aunque era bajo su propio riesgo. Mi papá, Rubén Márquez, dueño de la cantina, siempre cuidó ese asunto, para que cada que entrara una chica se le cuidara y respetara, así los comensales siempre se han portado a la altura”.

Aun así, confiesa que sigue siendo un tema tabú el que las mujeres puedan entrar a un establecimiento de esta naturaleza.

“Nuestra idea con la restauración es que sea incluyente, que también venga la familia, parejas, grupos de mujeres y así retomemos la tradición del Salón Regio”.

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Ahora su concepto es tener las ventanas transparentes y buena iluminación para crear un aspecto limpio, luminoso y amplio, y así quitarle el aspecto lúgubre y oscuro.

“Parecía una cueva escabrosa y un lugar tenebroso, ahora puedes ver hacia adentro y darte cuenta de que el lugar está renovado y bonito”.

El Salón Regio lleva en su familia más de 70 años. El bar existe desde 1928 y su abuelo, José Márquez, tomó el traspaso a principios de los 50. Tiempo después, él muere y su abuela, Hermelinda Cruz Calva, toma el control de la cantina con un grupo de mujeres y su padre.

“Había meseras, cocineras de diferentes tipos, cantineros, pero ella llevó la carga más fuerte del negocio. Luego, en 1985, murió y mi padre se quedó a cargo del negocio”.

La pandemia ha sido muy complicada para el Salón Regio, ya que les prohibieron la venta de alcohol y solamente tenían el servicio de lonchería, por lo tanto, les complicó muchísimo la supervivencia del negocio.

“Fue algo muy duro para nuestros compañeros que atienden, pero se encontró la manera de que no perdieran el sustento. La gente no podía salir de casa y venía muy poco. Mi padre siempre ha estado preocupado por su gente, lo demuestra el hecho de que nuestro personal, en el caso de don Berna, tiene 50 años trabajando con nosotros, así como su hijo y nieto, quien ahora nos apoya”.

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Don Rubén Márquez está un poco enfermo, delicado, pero está en casa, ahí lo atienden de la mejor manera. Él fue la primera persona que entró cuando abrieron después de la restauración, comenta emotivo Enrique.

“Cuando mi papá entró se quedó sin palabras. Vio todos los cambios y solamente me pidió regresar un letrero que tiene muchos años y que habíamos quitado. En ese momento la gente empezó a platicar con él. Fue algo asombroso. Está muy contento y satisfecho, fue una sorpresa todo esto, solo le comenté que haríamos un par de arreglitos, lo cual fue gracias al esfuerzo de la familia Márquez Flores”.

El Salón Regio está abierto de lunes a sábado de 13:00 a 20:00 horas, aunque próximamente abrirá más temprano.

Ofrece pescado frito, aunque a decir de Enrique ahora es un filete de mejor calidad. Igualmente, tiene caldo de camarón dentro de su menú con la receta tradicional; pata en vinagre y asado artesanal que lleva cuatro horas de cocimiento.

“Lo nuevo es el molcajete que lleva pata de cerdo con asado, jitomate, cebolla y tostadas. Así como camarones rebosados con la pasta del pescado. Invito a toda la gente a que venga a conocerlo, a disfrutarlo, a las mujeres que vengan a pasar un rato tranquilo, seguro y que pasen una tarde a gusto, así como a las familias para que se den una vuelta con nosotros. Síganos en Facebook como Salón Regio Cantina”.

“Nuestra idea con la restauración es que sea incluyente, que también venga la familia, parejas, grupos de mujeres”