La alteración por diversas causas de los escenarios en la mayoría de los distritos locales y federales de Hidalgo con relación a las condiciones que presentaban antes de las elecciones municipales que condujeron a los partidos de la coalición Juntos Haremos Historia a una estrepitosa derrota donde lograron apenas 8 ayuntamientos, tienen con los focos rojos a más de uno candidato y candidata.
Las más de mil 800 despensas descubiertas en el rancho Los Alcanfores supuestamente para comprar votos a favor del candidato Cuauhtémoc Ochoa Fernández y la detención de un persona, la rifa de una motocicleta por parte del candidato a diputado local Pedro Porras Pérez y la denuncia de académicos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) de que son obligados a “apoyar” campañas, hablan de graves errores.
La candidata Sandra Simey Olvera Bautista, demuestra desesperación con su actuar violento con los equipos de otros candidatos como sucedió con los de los partidos Fuerza por México y de Encuentro Solidario, quien ha sido abiertamente cuestionada por las “estrategias” propagandísticas utilizadas en las últimas semanas para tratar de permear en el ánimo del electorado.
Además trasciende que se están triangulando recursos públicos para apoyar unas campañas, lo que habla de una completa descomposición al interior no sólo de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) sino de todos los partidos que integran la coalición Juntos Haremos Historia, por las disputas intestinas y la abierta entrega de posiciones y cargos de dirección de Morena y el Partido del Trabajo (PT) al Clan Universitario.
Que también le entró a este escenario cuando en voz de Damián Sosa Castelán en su reaparición en redes sociales, intentó utilizar la aplicación de las vacunas contra el Covid-19 con fines electoreros además de reiterar que votar por ellos es apoyar a “ya saben quién” quien por cierto en varios casos no podrá hacer nada por ellos, que se encargaron de aplicarse el harakiri político.
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