Dos hechos violentos ocurridos en menos de 48 horas, ponen de nuevo en la escena el tema de la inseguridad en territorio hidalguense y nos revelan que, a las acciones de los cuerpos de seguridad para brindar seguridad a los hidalguenses, responden los delincuentes con más actos delictivos.
Santiago Tulantepec está de luto, luego que tres jóvenes mujeres fueron asesinadas en su domicilio y nadie sabe quiénes fueron los criminales que actuaron con tanta saña.
En Tula de Allende, grupos delictivos a bordo de entre seis y ocho vehículos, despojaron de sus armas a los agentes de la Guardia Nacional (GN), en un hecho insólito, al menos en territorio hidalguense.
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En ambos casos, no se ha dado con los responsables de los ataques, uno a tres jovencitas inocentes y otro a los encargados de brindar seguridad y atenuar el índice delictivo que cada día crece más.
En Tula de Allende, luego de que los agentes de la GN fueron sorprendidos por grupos de delincuentes, se realizó un operativo que permitió asegurar un vehículo y recuperar dos cargadores calibre 223.
No fue una acción en la que los agentes de seguridad hayan enfrentado a los delincuentes, sino que por casualidad se localizó una camioneta Tahoe, color negro, abandonada y que presuntamente habría sido utilizada por los delincuentes en el desarme de los agentes de la GN.
También se encontró cerca del vehículo una pistola, sin cargador, que pertenecería a uno de los agentes agredidos.
“Mis hijas eran personas de trabajo”, dijo la madre de dos de las tres jóvenes asesinadas en el interior de su domicilio. Ellas “no tenían conflictos y se dedicaban a trabajar y a estudiar”, señaló al clamar justicia.
Ambas jóvenes de 23 y 25 años, fueron localizadas en el interior de su vivienda, donde también estaba el cuerpo de otra amiga, originaria de Tijuana, quienes fueron sacrificadas en su domicilio y hasta ahora nada se sabe respecto de los perpetradores de tan artero triple crimen.
Lo que es real, es que este tipo de hechos generan inseguridad y temor en la ciudadanía, que observa cómo cada día en algún punto de la entidad, aparece un ejecutado, un encobijado o un asesinado a plena luz del día.
Esperemos que esta tendencia sea frenada por los encargados de brindarnos seguridad a los hidalguenses. Por el bien de todos.
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