Hace ya casi un año del asesinato de la abogada poblana Cecilia Monzón, quien parte de su trabajo era la defensa de las mujeres, pero también asumió la defensa de sus propios derechos políticos y la de su pequeño hijo para lograr la pensión alimenticia. Después de este asesinato, Helena Monzón, su hermana también abogada, ha emprendido una serie de acciones para vindicar la memoria de Cecilia, como es la reciente reforma al código penal y civil que se logró en Puebla y que consiste en quitar la patria potestad a feminicidas y suspenderla a padres que estén siendo investigados por feminicido o bien por el intento del mismo, una vez que sea confirmada la sentencia por este delito la patria potestad se pierde de manera definitiva, uno de los motivos para impulsar esta ley como parte de la justicia para este caso es porque porque el presunto autor intelectual del feminicido de Cecilia Monzón es un politico priista Javier López Zavala padre de su hijo, que nunca había tenido convivencia con el niño, pero que durante la batalla legal incluso solicitó poder verlo y que de acuerdo a la legislación podía solicitar la custodia, lo que puso en alerta a la familia Monzón, ¿Cómo puede ser la convivencia de un niño pequeño con un hombre que mató a su madre y que evadió la ley constantemente para no hacerse cargo ni siquiera económicamente de él?
Frente a estos casos ¿Qué pasa en México y en Hidalgo? Hace ya casi tres años que a nivel federal se expidió el protocolo nacional de atención integral a niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad por feminicidio que de entrada se realizó un diagnóstico en diversos estados del país entre ellos Hidalgo que hasta el 2021 arrojó datos respecto a que en nuestro estado había 58 niñas, niños y adolescentes en esta condición de orfandad por feminicidio por lo cual en la pasada reunión que tuvimos feministas y organizaciones como parte del Observatorio de Procuración de Justicia con Perspectiva de Género con el procurador Santiago Nieto se mencionó la importancia de actualizar estas cifras, pero yo añadiría que además aunque lo busque no existe ningún programa estatal que le dé seguimiento a estas infancias, como marca el Protocolo que se publicó en agosto pasado.
Desde hace unos años se han impulsado legislaciones en diversos estados que llevan nombres de mujeres, como una manera de vindicar actos y agresiones contra las mujeres, como es el caso de la reciente Ley Monzón porque hubo un consenso de activistas y legisladoras para denominarla así en honor a Cecilia y Helena, yo siempre creo que es importante seguir impulsando la prevención de las violencias, que las instituciones hagan el trabajo que les corresponde para ir disminuyendo y erradicandolas, que los hombres que las ejercen empiecen a dejar de hacerlo, ojalá pronto llegue el día que dejemos de impulsar leyes que lleven nombres de mujeres por los delitos horribles que se cometen contra ellas, ojalá que el estado de verdad haga lo que le toca desde la política pública y el acceso a la justicia.
Mi pecho no es bodega. Recordatorio el 8 de marzo no se celebra, no se politiza, no se institucionaliza, ni se capitaliza ¡Se lucha!
El 8 de marzo no se regalan flores, ni se habla que las mujeres son lo más bello de la creación, ni que se tienen madre, hijas y esposa y por eso se cree en sus derechos, el 8 de marzo esperamos que los funcionarios de verdad hagan la política pública que debe garantizar el respeto a nuestro derechos. Ni más, ni menos.