Pese a que cada vez es más constante la evidencia del incremento de la violencia en contra de las mujeres y pese a que vivimos en uno de los países más peligrosos para la mujer, aún hay quien pone en tela de juicio la existencia de la desigualdad entre hombres y mujeres; todavía hay quien se niega a creer que existen países en donde se requiere el permiso del marido para que la mujer pueda obtener un documento que acredite su nacionalidad y aún hay personas que no consideran la brecha salarial como algo existente.
No todo es malo, es innegable que han existido avances, claro que se ha trabajado en acciones que disminuyan la desigualdad y ha sido gracias a los esfuerzos de mujeres con ambición de un cambio que hoy existe una mayor incorporación de la mujer al mercado laboral, aunque esto no implica que hayan dejado de sufrir una continua desigualdad.
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La brecha salarial existe cuando el valor del trabajo de un hombre y una mujer es el mismo pero el sueldo no; y no se deben realizar las clásicas aseveraciones en las que se afirma que el salario cambia por diversos factores como la experiencia, la habilidad, la escolaridad o la antigüedad, y no sólo por el hecho de ser mujer u hombre.
De acuerdo a datos del Informe Mundial sobre Salarios 2020-2021 emitido por la Organización Internacional del Trabajo la crisis originada por el virus SARS-CoV-2 no ha tenido las mismas consecuencias para las mujeres que para los hombres; en particular, son ellas quienes más sufren los efectos adversos, de igual forma se menciona que a nivel mundial, aproximadamente 327 millones de asalariados perciben una remuneración equivalente o inferior al salario mínimo por hora vigente. Esta cuantía representa el 19% del total de los asalariados, y abarca 152 millones de mujeres; pero además se debe reconocer que, por lo general, las mujeres predominan entre los trabajadores mal pagados.
Incluso la OCDE afirma que en un amplio porcentaje de los países pertenecientes a esta institución las mujeres jóvenes tienen más años de educación que los hombres jóvenes, pero una menor probabilidad de conseguir un trabajo remunerado y en el Portal de Género de este mismo organismo se muestra el persistente promedio del 13.6% de brecha salarial en los países pertenecientes.
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Diversas instituciones ahondan en el tema, recientemente el Foro Económico Mundial publicó la Brecha Global de Género 2021 las mujeres ganan en todo el mundo alrededor de un 37% menos que los hombres en funciones similares.
En su índice de 156 países, constata que los avances en el cierre de la brecha de género son dolorosamente lentos. De hecho, según la trayectoria actual, las mujeres están a 267.6 años de distancia de la paridad de género en el ámbito de la participación económica y las oportunidades, lo que también incluye la igualdad salarial.
Debemos aceptar que el éxito o fracaso de la disminución de la brecha salarial en el mundo, depende de los líderes gubernamentales y de la sociedad civil quienes deben crear alternativas a las predominantes ideas masculinas.
No se trata de una guerra de géneros, sino de hacer visibles las realidades invisibles, las prácticas discriminatorias, el acoso y el abuso sexual, los estereotipos, la carencia de políticas públicas enfocadas en este problema, o el estigma de la licencia parental; y por otro lado que todos nos sumemos a ayudar; porque lo único que han pedido desde hace décadas es un trato justo, basado en su inteligencia y capacidad.
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política, Religión y Educación.
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