En febrero de 2023 el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que la firma automotriz Tesla había tomado una decisión y que la planta que tenía planeada construir en México finalmente se llevaría a cabo en el estado de Nuevo León.
Con esa decisión, quedó atrás la pugna entre los gobiernos neoleonés e hidalguense quienes cabildearon para atraer a la empresa dirigida por Elon Musk. Pero más de un año después, la planta prometida no ha llegado al estado gobernado por el naranja Samuel García y ahora el proyecto está en pausa.
El pasado martes el empresario de origen sudafricano informó que paralizaría su plan de construir una fábrica de ensamblaje de vehículos de Tesla en el norte de México, bajo el argumento de que el candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, podría imponer aranceles a los automóviles producidos en México.
Puedes leer: La expansión del corredor Pachuca-Tizayuca
Musk dijo que prefería esperar a que pasaran las elecciones y así tomar una decisión sobre el futuro de la planta en México. “No tiene sentido invertir en México si eso va a pasar”, argumentó el empresario durante una teleconferencia de prensa.
La pausa en el proyecto de la Giga planta en Nuevo León provocó muchas reacciones, pero también dudas sobre la verdadera razón atrás de esa decisión. Para empezar, resulta extraño que Musk argumente la amenaza arancelaria de Trump cuando él mismo ha mostrado abiertamente su apoyo al republicano en su carrera a la presidencia e incluso haya hecho una “significativa donación” a su campaña.
Es como si el empresario hubiera decidido auto boicotear sus planes de inversión, al apoyar a un político mercenario como Trump, que en este momento solo busca quedar bien con sus electores.
Por eso cobra fuerza la versión de que en realidad Musk encontró la coartada perfecta en Trump para cancelar su proyecto en México, aunque en realidad los motivos están en los vertiginosos cambios en el sector automotriz mundial y la irrupción de las marcas chinas, que le están comiendo el mandado.
Analistas ven en la dura competencia de numerosas marcas y en el abaratamiento de los vehículos eléctricos por incentivos ambientales la ecuación que motivó a Musk a echarse para atrás.
Pero el mundo no se detiene y hoy los planes de inversión de la armadora china BYD captan la atención mundial, y otra vez Hidalgo se encuentra como uno de los estados candidatos a recibir la multimillonaria inversión, además de Puebla y Jalisco.
El mismo día en que se anunciaba la pausa en el proyecto de Tesla, el gobernador Julio Menchaca confirmó que hay pláticas con representantes de BYD y que incluso se tiene un espacio físico en caso de que decida instalarse en la entidad.
Aunque el gobernador no dio más detalles debido a que están en proceso las negociaciones, es un hecho que Hidalgo se ha vuelto atractivo para las inversiones por varias razones, pero una en particular resalta a la vista: su posición favorable en el centro del país y su cercanía con el AIFA, una ventaja que resaltó el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, durante su visita a tierras hidalguenses el pasado miércoles.
Parece que sólo es cuestión de tiempo para que la entidad se consolide como un estado clave en el sector automotriz, en el que ya contamos con plantas importantes como la de la mexicana Giant Motors, que en alianza con la china JAC ya produce automóviles eléctricos en Ciudad Sahagún.
- Aprueban presupuesto de egresos de más de 95 mdp en Tlaxcoapan
- De dominio público, Popeye, Tintín y obras de Faulkner y Hemingway
- Comerciantes de Tlaxcoapan acusan cobros excesivos para colocarse en la Feria de Fin de Año
- Tula: vecinos acusan trabajos de drenaje deficientes; vuelven a romper la calle
- Hidalgo se posiciona como referente en turismo deportivo con inversión y convenio de colaboración