De acuerdo con Monitor de Sequía, la entidad acumula ya cinco meses consecutivos sin registro de sequía (junio a noviembre). Este panorama representa un fuerte contraste con la crisis hídrica que afectó severamente al estado en periodos anteriores.
El último registro de sequía se contabilizó en la segunda quincena de mayo, un periodo en el que Hidalgo aún presentaba 15 municipios anormalmente secos y 14 con sequía moderada.
Actualmente, a la segunda quincena de noviembre, el estado forma parte de los 12 estados del país libres de sequía.
Puedes leer: Partido Verde reprueba actos de violencia tras video de regidor armado en Cuautepec
La recuperación es especialmente significativa si se considera el dramático cierre de 2023, año en el que Hidalgo se posicionó en el primer lugar nacional en número de municipios con sequía excepcional, el grado más intenso.
Si bien la ausencia de sequía es una noticia positiva para el sector agrícola y los acuíferos, este cambio abrupto ha revelado una consecuencia indirecta de los años de escasez: la mayor gravedad de las inundaciones.
Trabajadores del campo y especialistas han planteado que la intensa y prolongada sequía de los periodos pasados es un factor clave detrás de las recientes inundaciones que azotaron a diversas zonas de Hidalgo durante la temporada de lluvias.
La principal teoría es que la falta de agua por tanto tiempo generó una compactación extrema del suelo. Al estar tan endurecido, el suelo pierde su capacidad natural de absorber grandes volúmenes de agua rápidamente.
Cuando las lluvias regresaron con intensidad, el agua no pudo infiltrarse, lo que resultó en un aumento drástico del escurrimiento superficial, saturando drenajes y cuerpos de agua, y causando inundaciones más rápidas y destructivas de lo habitual.
Sigue nuestro CANAL ¡La Jornada Hidalgo está en WhatsApp! Únete y recibe la información más relevante del día en tu dispositivo móvil.
Deja una respuesta