En Hidalgo las campañas para la elección de diputados federales y locales han transcurrido en paz. Los candidatos exponen sus proyectos, despojándose de formular ácidos juicios contra sus oponentes.
Esta situación es diferente al participar en calidad de figuras centrales de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación y Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).
Coincidieron al iniciarse la impresión de boletas para los comicios de legisladores federales. La sede fue Talleres Gráficos de México, y difirieron por el morenista ausente Félix Salgado Macedonio a quien el INE canceló su candidatura por la gubernatura de Guerrero, al igual que a Raúl Morón, en Michoacán.
Sánchez Cordero declaró: “Siendo la neutralidad una obligación de los gobernantes, también lo es de las autoridades electorales administrativas y judiciales”, y rubricó: “La premisa es muy clara, el árbitro ser neutral o no es árbitro”.
Ripostó Córdova: “El INE es un órgano constitucional autónomo, muy celoso de su independencia y autonomía, pero también tenemos claro que autonomía no autarquía. Por eso mantenemos la colaboración con todas las instituciones del Estado mexicano”.
La funcionaria mantuvo:” Es una obligación de neutralidad ante partidos y candidatos que como secretaria de Gobernación hoy refrendo. Así como la neutralidad no es indiferencia y lo acaba de decir el consejero presidente, la autonomía no es autarquía”.
Posteriormente, en redes sociales, Córdova insistió: “…se ha dicho que el árbitro debe ser discreto y neutral. ¡Coincido totalmente! Pero hay que agregar: eso no significa ser omiso e indiferente frente a las violaciones a la ley, sino todo lo contrario”.
Inicialmente, a petición de los dos aspirantes, su caso se trasladó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien resolvió que se turnara nuevamente al INE.
El martes, por cerrada votación de 6 consejeros a favor de que se inhabilitara a los dos candidatos, por cinco en contra, se suspendieron las dos candidaturas.
Ahora, seguramente, el Tribunal Electoral tendrá que poner un punto final, ante el apremio de tiempos de campaña. Los dados están en la mesa y se vale apostar.
Hablar con la verdad
A veces, Olga Sánchez Cordero, de andar lento y pelo blanco o dorado claro, en imagen de dulce abuelita, sorprende y se manifiesta libremente. El sábado 27 de febrero, demostró su carácter de hablar con verdad. Aludió a reuniones del gabinete de seguridad y dijo que se hacían grupos de puros hombres y nadie volteaba a verla ante de que llegara el Presidente.
“Ahí estaban cuchicheando todos, menos yo, yo no estaba incluida en esas bolitas de funcionarios que a lo mejor para ellos no era importante, ni la percibían como tal, porque es una cultura distinta, porque…es lo normal en este patriarcado y este machismo”.
Onésimo Cepeda, siempre no
Un caso singular en este proceso electoral se produjo cuando el obispo emérito Onésimo Cepeda anunció que se postularía como precandidato por una diputación local por Ecatepec, Estado de México.
Que se recuerde, nunca antes, un alto prelado de la iglesia intentó incursionar en política.
Al final, anunció que se retiraba.
Explicó que se había comunicado con el papa por medio del nuncio apostólico y que no tuvo respuesta favorable, “a riesgo de perder mi episcopado”.
Precisó que nunca abandonaría su ministerio “porque sería tanto como vender mi progenitora por un plato de lentejas para ser diputado”.
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