¡Gracias, Payán!

Entre aclamaciones de ¡Viva, Payán!, ¡Gracias, Payán!, y un prolongado aplauso, fue despedido hoy el periodista, escritor y poeta Carlos Payán Velver (1929-2023), por familiares, colegas, colaboradores y amigos en una agencia funeraria de las calles de Félix Cuevas. Justo antes se había escuchado, al igual que ayer, el himno del movimiento obrero La Internacional, entonado por los presentes.

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Emilio Payán Stoupignan, hijo del director fundador de La Jornada, indicó que las cenizas de su padre, cuyos restos fueron cremados, “reposarán”, primero, en casa de su hermana Inna y luego en la suya. Es posible que el destino final de una parte de las cenizas sea el jardín de la casa de Inna, así como el jardín de la casa de don Carlos en Tlayacapan, Morelos.

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El espíritu de don Carlos nunca dejó de sentirse, ya sea en las palabras de los asistentes, o los retratos expuestos que reflejaban diferentes momentos de su vida, aunque también a través de una selección de las canciones que solía escuchar en las voces de Amparo Ochoa, Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez, a la vez que los alegres acordes de la Banda de Tlayacapan. Tampoco faltó un paquete de bimbuñuelos que algún convidado dejó en el entorno del féretro.