Tras los incidentes suscitados en los últimos días en Pachuca, donde conductores del transporte público y particulares se han visto involucrados en agresiones físicas, el gobernador del estado, Julio Menchaca Salazar, dijo que debe replantearse la manera en la que se expiden las licencias de conducir, no solamente para el transporte público, sino en general.
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“Ha sido muy laxo en el transcurso del tiempo; (las licencias) ya se dan más rápido que una pizza. En otros países, en cualquier parte obtener una licencia de conducir cuesta caro y te hacen todas las pruebas, primero de saber conducir, pero además mecánica, bueno, hoy los coches no les puedes hacer nada, pero en mis tiempos, cuando saqué mi primera licencia, cuando tenía 16 años con la autorización de mi papá, nos abrían el cofre y preguntaban cuál era el carburador, las bujías”, precisó.
Actualmente, dijo, como todo es computarizado es más complicado saber el funcionamiento de un automóvil; no obstante, consideró necesario saber las reglas básicas de conducción, tener los certificados de salud e incluso tomar el curso y pasarlo.
Licencias de conducir: ¿rápidas pero insuficientes?
A pregunta expresa sobre si sería necesario aplicar exámenes de control y confianza a los conductores del transporte público, Julio Menchaca expresó que no es necesario “llegar a tanto, porque tampoco son ni baratos ni sencillos y no tendríamos conductores”.
Por otra parte, afirmó que la Secretaría de Seguridad Pública y la de Movilidad están primero haciendo conciencia con los permisionarios de lo rígido que tienen que ser sus métodos para la incorporación de los operadores, ya que es una responsabilidad primordial que deben asumir.
Así como la responsabilidad institucional que debe asumir la Semoth para que los tarjetones y los trámites que deban realizar sean bajo un régimen más estricto.
Sin embargo, el gobernador consideró que también depende de cada persona responder sobre sus actos, ya que en los hechos registrados bajo el Puente Atirantado, donde falleció el conductor del auto particular, y enfrente de la Central de Autobuses, la voluntad de cada persona fue la que intervino.
“Se nos olvida a veces que la primera responsabilidad es del que toma una decisión de agredir, de lastimar a alguien. ¿Quién es el culpable?, porque mató a una persona, privó de la vida una persona, pues el que la privó.
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“La legislación penal no dice ‘está prohibido privar de la vida a una persona, está prohibido robar, está prohibido violar’; la legislación penal dice, ‘al que viole se le impone esta sanción, al que mate esta sanción, al que roba esta sanción’. Entonces, es el libre albedrío el que nos obliga a las personas a responder”, reflexionó.
En ese sentido, puntualizó que generalizar el actuar de un taxista no es correcto; así como señalar de corrupción a todos los servidores públicos solo por el actuar de uno, pues consideró que “a veces no tomamos conciencia de que todos somos responsables de las decisiones que tomemos”.
mho
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