Francisco Javier Ocampo vive con hambre de aprender más

Los escenarios, la música y el amor por la danza han sido los pilares en la vida artística del pachuqueño Francisco Javier Ocampo Aive, docente y bailarín con más de tres décadas promoviendo el arte y la danza contemporánea en el estado y el país.

Su formación profesional se enfocó a la docencia recibiéndose como profesor normalista, no obstante, el camino dancístico se dirigió a partir de una convivencia con sus hermanas, quienes lo invitaron a formar parte de la Escuela de Danza de Álvaro Serrano.

“Yo me sentía como un oso cuando bailaba, entonces mis hermanas me llevaron a la clase de Disco Jazz, quien comenzaba a profesionalizar la danza en el estado; con el tiempo descubro que me gusta y me doy cuenta de que existe un mundo de posibilidades a partir de la danza, por lo que estuve dispuesto a moverme y conocer más de esta disciplina”, recuerda.

Gracias a la cercanía con Álvaro Serrano, quien formaba parte del Ballet Folklórico de Amalia Hernández, se dio la oportunidad de conocer a más exponentes, de quienes aprendería nuevas técnicas.

“Ese tiempo fue una época importante para la danza; en la Ciudad de México además del folklor, pude conocer sobre la danza clásica, royal dance y contemporánea, ahí me invitaron a participar en el Ballet de Amalia Hernández mientras concluía mis estudios en la Normal, en 1984”.

El interés por la danza contemporánea y clásica, principalmente, lo llevaron a incorporarse en el Ballet de Amalia Hernández, en donde se desempeñó dentro de la Compañía Residente, posteriormente en la Primer Compañía, con la cual viajaría en gira por París, Estados Unidos y México.

“En mí continuó la idea de hacer danza contemporánea, nos daban clases profesores de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea que dirigía Guillermina Bravo y la Compañía Nacional de Ballet Clásico de México, dos grandes instituciones; entonces el bailarín profesional de danza contemporánea Santos Alatorre me llevó a salir de mi zona de confort y ahí se inicia mi camino en la danza contemporánea y formamos la compañía independiente Lorum”.

Con mayor nivel técnico e interpretativo se presentó en distintos escenarios como representante del estado, rompiendo estructuras y proyectando a Hidalgo en la capital del país.

En Hidalgo compartió su saber en la entonces Bellas Artes, en un convenio con la Secretaría de Educación Pública estatal y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, para posteriormente recibir una carta invitación institucional para incorporarse como becado en el Centro Nacional de Danza Contemporánea (Cenadac).

“Mi regreso a Pachuca fue inesperado, regresé con dolor y tristeza de no haber conseguido bailar con el Ballet Nacional de México, pero afortunadamente volví preparado con un buen nivel técnico y con ello comenzamos a trabajar en la formación de los primeros bailarines y lo que se convertiría en la Escuela de Artes, ahora el Centro de las Artes; ahí hice cosas interesantes, como los primeros encuentros de danza contemporánea”.

En 1993 Ocampo Aive funda Coroblasto, primer grupo semiprofesional de danza contemporánea, con el que generó un alto nivel técnico e interpretativo en Pachuca. Actualmente, puntualiza, Israel Montaño, Paco Durán y Oscar Mejía son pilares en la danza contemporánea en el estado.

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Enseñanzas para la vida

“La enseñanza más grande que me tocó vivir es abrirse a nuevas posibilidades de expresión dancística, ahora los jóvenes se entrenan con múltiples técnicas, lo que les permite tener un código de movimiento más amplio, situación que era compleja en años previos.

“Mi aporte a las nuevas generaciones sería que no tengan miedo, que vayan adelante; que no se institucionalicen, aunque reciban apoyos, porque eso limita. Sean tenaces y nunca se consientan, siempre tengan hambre de continuar y aprender más”.

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Proyectos

Francisco Javier adelantó que durante el 2023 impartirá cursos de coreografía como parte del Colectivo Zero, del cual es cofundador, además de continuar su preparación en actividades en torno a la danza contemporánea.

“La danza es como un ente. La danza no te sirve a ti, tú le sirves a ella; entonces, mientras ella requiera de mis servicios, yo estaré, y cuando me abandone, me iré muy contento”.

“La danza no te sirve a ti, tú le sirves a ella; mientras ella requiera de mis servicios, yo estaré”