Garlito
Después de un aislamiento social y nula actividad económica, a dos años de la pandemia, la nueva normalidad, desata la necesidad humana del esparcimiento y descanso tras ese receso en todas las actividades por la emergencia sanitaria; Semana Santa, es el periodo vacacional por excelencia en nuestro país, la actividad turística se reactiva, el comercio y varias ramas más, pero se olvida la esencia de la fiesta.
Calvario
Nuestro pueblo acostumbrado a vivir en riesgo, al filo de la navaja, con todas las medidas sanitarias, se espera, acudirá a los centros turísticos, municipios históricos y pueblos mágicos, beneficiando a esos sectores, aunque el virus aún deambula por aquí, las barreras ya impuestas permitan inmunidad y ningún contagio durante estos días de asueto, el personal de servicios turísticos cuente con los conocimientos para fortalecer las medidas de seguridad, finalmente la gente, será la pieza principal en esa cadena de seguridad higiénica.
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Especial interés merecen los balnearios, que bastantes en el estado, deben contar con medidas más estrictas de seguridad higiénicas para evitar contagios, la serie de balnearios en la entidad cuentan con buenos servicios e instalaciones adecuadas para su funcionamiento, la saturación de visitantes será abundante ante esa misma necesidad de divertirse y descansar; una pausa dentro de la cotidianidad y el trabajo, si no se puede acudir a un centro turístico, el simple hecho de usar el tiempo en el ocio y el descanso es un derecho de todos, las vacaciones o unos días de descanso de Semana Santa, son parte de nuestra cultura y forma de ser hidalguenses y mexicanos.
Ausencia
La Semana Santa como es sabido es la conmemoración más importante de la fe Cristiana, Calvario, Pasión, Muerte, y Resurrección de Jesucristo, actividades religiosas, principalmente católicas, tanto eclesiásticas como representadas a través de una manera muy antigua de comunicar el mensaje cristiano, a través de cuadros escénicos donde muchas emociones se concentran; los Viacrucis de la ciudad de Pachuca son una gran tradición popular y de fe religiosa, acontecimiento popular, religioso, cultural, de la antigua Pachuca que subsiste y esperemos también haya medidas de seguridad higiénicas ante la concentración ciudadana que participa en estas representaciones, siendo determinantes en este fenómeno religioso cultural muy mexicano.
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Sin embargo, en otras actividades, también de estas Semana Santa, pero la que se desarrolla en los templos, muestra de una más profunda creencia religiosa, presenta poca asistencia de público en general, creyente o no, quizá también reducida la cantidad de feligresas, estas actividades litúrgicas se celebran y festejan con poca gente, parte también de nuestra cultura y creencias, estas parecen ser, costumbres tradicionales de la vieja ciudad que se diluye en la modernidad, incluso escuchar algunas campanas de las iglesias de Pachuca es ya un rumor antiguo; por lo tanto que el descanso renueve energías positivas.
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