Todo indica que es inevitable enterarse de cosas relacionadas con la muerte… las noticias del fallecimiento de gente conocida abundan, además de que se multiplican las víctimas de diferentes sucesos de la vida pública. Pensaba, de verdad, en que podía ser una coincidencia o hasta una obsesión, cuando comencé la lectura de la novela de Juan José Millás, Ese imbécil va a escribir una novela.
Me gustó mucho el título, porque me parece que cierta gente podía decirlo también de mí… así que avance con el libro hasta que me topé con la siguiente frase: “Hay una edad en la que te miras al espejo y ves al viejo que serás. Hay otra edad en la que te miras al espejo y ves al muerto que serás”.
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El autor-personaje español asegura que escribe desde ese segundo momento existencial; reflexiono que el arte se nutre bastante de Eros & Thanatos -amor y muerte-, pero que es curioso que no haya tanto Thanatos & Baco -muerte y fiesta-, ya que el álbum en el que quiero centrar este texto tiene también detrás el fallecimiento de uno de los miembros principales del grupo: Maxi Jazz, pero la música es completamente hedonista.
Maxwell Fraser -el hombre detrás del artista- fue fundador del grupo Faithless, una entidad inglesa que llevó y lleva al paroxismo a la música electrónica aplicada a la pista de baile; Maxi Jazz murió el23 de diciembre de 2022 y se dio el lógico impasse para saber que pasaría con un proyecto tan reputado e influyente.
Por fortuna, Sister Bliss y Rollo -los otros miembros- han decidido seguir adelante y tras presentarse el año pasado en el Festival Glastonbury ahora están de regreso con Champion Sound, un ambicioso álbum cuadrúple, conformado por 13 cortes -uno de ellos de 24 minutos y que constituye el disco 3-.
Resulta pues esencial abordar que esta entrega contiene las última grabación de Maxi Jazz, quien fuera músico, rapero, y DJ, además de encumbrar la frase “God is a DJ” -tal como titularon uno de sus temas más poderosos-.
Champion Sound comienza precisamente con “Forever Free”, que resulta conmovedora y liberadora, aún con su brevedad (menos de minuto y medio); la presencia de Maxi desde el más allá se percibe a lo largo de un disco en el que la electrónica se funde con funk, soul, reggae y pop para seguir desarrollando una estilo muy reconocible desde sus comienzos en 2015.
Faithless suenan a sí mismos, pero también están en busca de un sonido renovado –el sonido de los campeones– y logran total contundencia a través de maravillas como “Driving” y “Thinking” a las que hay que agregar “Find A Way”, en la que participa la poeta Suli Breaks explayándose sobre el amor duradero.
Acerca de Champion Sound, Sister Bliss no ha dudado a la hora de perfilarlo como: “Música con la que personalmente bailaría, y de hecho bailo. Tras las experiencias de las tres primeras caras del álbum, la cuarta y última se basa en el simple placer del funk y se erige como un homenaje a la cultura del sound system británico que dio vida a la música con bajos vibrantes en nuestras calles“.
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Faithless tienen a otros invitados -Bebe Rexha, Antony Szmierek, Emmanuel Jal, L.S.K.- que participan para engrandecer la leyenda de una entidad inglesa que es ya icónica en la cultura de la electrónica fiestera.
¡Maxi Jazz ya es inmortal! ¡Faithless van rumbo a la gloria! ¡Que el placer sea eterno… como la música!
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