Fabricantes de Ataúdes de la comunidad de Doxey, en Tlaxcoapan, señalan que es necesario que se cree un parque industrial en donde se les pueda colocar, por eso piden que se les doné una parte del terreno que era para la fallida refinería Bicentenario y ahí puedan comenzar a instalar sus talleres.
Al respecto, Marcelino Tamaturgo Moreno, fabricante de ataúdes, señaló que en Doxey existen alrededor de 300 talleres familiares que producen en promedio, 20 mil féretros por mes, de los cuales se están exportando alrededor de mil cajones en ese mismo periodo de tiempo.
Lo cual ha colocado a la comunidad tlaxcoapense dentro de los principales productores de cajones en México, sin embargo, Marcelino Tamaturgo Moreno y Cristóbal Vargas Fuentes señalan que pese a la buena producción que tienen, las condiciones en las que laboran no son las adecuadas.
Sobre todo porque trabajan con solventes y químicos que en espacios cerrados pueden ser mortales, sin embargo, no pueden laborar en espacios abiertos del todo pues eso provoca molestias a los pobladores que habitan en las inmediaciones de los talleres, los cuales se encuentran ubicados al interior de las casas.
Es por eso que señalan la importancia de que se les dote de un espacio adecuado y por eso los fabricantes piden que se considere la posibilidad de que gobierno federal les done alrededor de tres hectáreas del terreno que se adquirió para la fallida refinería Bicentenario y se les habilite ahí un parque industrial.
En caso de que eso pase, podrían reubicarse en un espacio digno en donde los trabajadores tengan mejores condiciones laborales y no se pondría en peligro a la población que vive cerca de los talleres, pues muchos de los vecinos se quejan de que los talleres de ataúdes causan afectaciones a la salud.
Sin reglamentación
Cabe mencionar que los talleres de ataúdes han proliferado de tal manera que la mayoría opera en la ilegalidad, es decir, sin cumplir con las medidas higiénicas y de seguridad que marca la Ley del Trabajo, además de que tampoco existe una normativa municipal que coadyuve en la regulación de estos espacios.
Es por eso que los fabricantes de ataúdes laboran en donde pueden y en donde se han acomodado, por eso se ha remarcado la importancia de tener un espacio adecuado para reubicar a los más de 300 productores que tienen talleres pequeños y medianos.
Por Joselyn Sánchez
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