Parecería que la presencia de las dos tácitas aspirantes a disputar la presidencia de la República se ha disminuido un tanto, aunque en sus estilos muy opuestos siguen recorriendo el país. La morenista Claudia Sheinbaum llega a parecer más desenvuelta en sus mensajes, en los que, sin lugar a dudas reafirma su lealtad al mandatario Andrés Manuel López Obrador. A su vez, la hidalguense Xóchitl Gálvez, carta principal de la oposición, mantiene su línea de personalizar sus intervenciones con embates personales, a través de frases de franco desagrado hacia su adversaria y, en general a todo lo que sea 4T.
Últimas encuestas las colocaron muy dispares, con amplia ventaja de Sheinbaum, que no parecen aún ubicarse en una realidad de predilección o simpatía de los futuros votantes. Se considera en cercanos horizontes que los porcentajes de diferencia serán menores, acordes a su desenvolvimiento ya en reales campañas por el voto.
Alrededor de esto, se insinúa una menor participación de apoyo de los tres partidos en alianza, PAN, PRI y PRD, con ocasionales pronunciamientos, respaldos, de sus dirigentes en favor de Gálvez. Lo han negado, pero las pruebas demuestran lo contrario.
Te recomendamos: Sánchez Vite, sin olvidos
Hasta ahora no se han definido reglas de juego de los debates, sobre todo cuántos van a ser. En el pasado, en anteriores procesos, aspirantes en apariencia disminuidos en respaldos, se revelaban como incisivos oradores, y a la postre, al depositar sus votos en las urnas, modificaban intenciones a favor de los que parecían tener todo en contra.
Aquí si se permite la especulación, situándolas a las dos, Sheinbaum en cuidadosas intervenciones, en tanto Gálvez, haciendo honor a aquello de que “todo se vale para poder ganar”, arremeterá con todos los ímpetus de su singular vocabulario buscando los equilibrios.
Pero, además, en el próximo 2024, la las actividades políticas se intensificarán en todo el país con elecciones de nueve gobernadores -incluyendo como tal al de la Ciudad de México-, senadurías, diputaciones federales y locales, así como en presidencias municipales, como las 84 de nuestro estado.
Públicamente en la entidad nadie ha levantado la mano, pero se intuye que a la postre muchos legítimamente revelarán sus intenciones, en todo su derecho. Por hoy, pacientes y disciplinados.
Puedes leer: Hasta ahora, nadie se mueve
Remozar la Plaza independencia
El mes pasado, día 19, el gobernador Julio Menchaca Salazar dijo que presentaría un proyecto al presidente Andrés Manuel López Obrador para el remozamiento de la Plaza Independencia y, desde luego el emblemático Reloj Monumental. Anticipó que sería “carito”, aunque no reveló cifras.
Esto despertó principalmente en los pachuqueños un reconocimiento a la gestión del mandatario, coincidiendo que era urgente y prioritario emprender el proyecto.
A lo largo de un poco más de 113 años, prácticamente en el centro de la ciudad, Plaza y Reloj se convirtieron en emblemáticos y, además referencia hasta para una reunión con el muy repetido “nos vemos en el Reloj”.
Hubieron cambios y adecuaciones, acordes a recursos, y a las épocas, sobre todo de las administraciones municipales.
Hoy estamos cercanos a un cambio radical, pero de la mano se ha sugerido que se consulte a los pachuqueños para que en particular contribuyan con sus puntos de vista sobre la obra. Parece iniciativa oportuna y práctica para que llegado el momento se tomen en cuenta; a final de cuentas se trata de la que es también nuestra casa.
- La salud del gobernador
- Aprueban presupuesto de egresos de más de 95 mdp en Tlaxcoapan
- De dominio público, Popeye, Tintín y obras de Faulkner y Hemingway
- Comerciantes de Tlaxcoapan acusan cobros excesivos para colocarse en la Feria de Fin de Año
- Tula: vecinos acusan trabajos de drenaje deficientes; vuelven a romper la calle