Carlos Camacho

Esperanza 

Ni el recuento de 285 paquetes electorales incidieron en el resultado final de la elección del domingo 5 de junio, como tampoco incidirán en el triunfo del candidato común de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Julio Ramón Menchaca Salazar, quien el domingo 12 de junio recibirá su constancia de mayoría. 

El equipo jurídico de la coalición “Va por Hidalgo”, promoverá una serie e impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo (TEEH), con argumentos como el trato misógino de Menchaca Salazar en contra de la candidata del PRUI-PRD-PAN, Alma Carolina Viggiano Austria, o la intromisión del gobierno federal en favor de Morena y su candidato. 

Pero, se puede adelantar que, si bien los magistrados electorales podrían darle entrada a algunas quejas, éstas tampoco afectarán el resultado final del domingo pasado. 

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María Luisa Oviedo, quien en su momento aspiró sin éxito a ser la titular del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y culpó a Menchaca Salazar, es la encargada del equipo jurídico de la alianza “Va por México”, que pretende echar abajo la elección del 5 de junio. 

Por lo pronto, la candidata Carolina Viggiano, ya despacha desde principios de semana en la sede nacional del PRI, mientras que su coordinador de campaña, Marco Antonio Mendoza Bustamante, apareció ayer en redes sociales, haciendo lo que mejor sabe: hablar de literatura, de historia y de locución con uno de sus colegas. 

En el anecdotario de la campaña de Julio Menchaca, sobresale la imagen de doña Esperanza, en un acto celebrado el 312 de mayo en una comunidad de San Felipe Orizatlán. 

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Durante el evento, apareció frente a Menchaca Salazar, doña Esperanza, con sus 93 años a cuestas (los mismos que cumplió el PRI gobernando Hidalgo), soltó una oración y rezó para que le fuera bien a Julio Menchaca. 

La reacción de la gente fue gritar a coro: “Esperanza, Esperanza, Esperanza”, mientras que el candidato, conmovido, abrazó a la mujer cuyo nombre coincidía con parte del lema de Morena: “La Esperanza de México”. 

No fue para nada la exaltación de un hecho, ni la anticipación de un triunfo, pero doña Esperanza, salió del anonimato con un acto simple y humilde, como el que muchas mujeres en la huasteca realizan cotidianamente por sus familiares. 

Y podría ser también el recordatorio para quien gobernará Hidalgo los próximos seis años, de que la huasteca demanda atención urgente y que, como dijo Ricardo Monreal en una de sus visitas a Hidalgo: “ya no más de lo mismo, ni con los mismos”.