Entre divisiones, avanza tratado Mercosur y UE

La Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) sellaron ayer un acuerdo comercial histórico, tras más de dos décadas de negociaciones, que permitirá la creación de una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo, a pesar de que las condiciones pactadas siguen siendo inaceptables para el presidente francés, Emmanuel Macron.

En la cumbre, el mandatario argentino, Javier Milei, afirmó que el bloque se convirtió en  una prisión y debe ser reformado cuanto antes sin anteojeras ideológicas.

En la cumbre el mandatario argentino Javier Milei, y su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tuvieron ideas encontradas. Milei afirmó que el bloque se convirtió en una prisión y debe ser reformado cuanto antes sin  anteojeras ideológicas.

Añadió que durante su presidencia pro-tempore se explorará la posibilidad de crear un régimen de mayor flexibilidad y autonomía comercial de los integrantes para que cada uno pueda entablar acuerdos que le resulten convenientes.

En contraparte, Lula da Silva replicó que un Mercosur fuerte y unido es un Mercosur interconectado con América del Sur y con los grandes temas de la agenda global, además de hablar de igualdad de género, justicia social y lucha contra el racismo.

El acuerdo Mercosur-UE se celebró en Montevideo, con la presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y los mandatarios de Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, fundadores del bloque sudamericano, luego de 25 años de negociaciones. Es un tratado histórico para la región, en la medida en que genera una zona de libre comercio de más de 700 millones de habitantes, destacó.

Logramos preservar nuestros intereses en compras gubernamentales, que nos permitirán implementar políticas públicas en áreas como salud, agricultura familiar, ciencia y tecnología, señaló Lula.

En Europa, España y Alemania impulsaron el acuerdo, mientras Francia, Italia, Polonia, Austria y Países Bajos se oponen al mismo.

El presidente español, Pedro Sánchez, señaló que la apertura comercial hará a todos más prósperos y fuertes y calificó el hecho de histórico. En cambio, Macron afirmó que el convenio no está firmado ni ratificado y que el anuncio de Von der Leyen no tiene ningún efecto jurídico; reiteró que el proyecto es inaceptable en su estado actual. Continuaremos defendiendo sin descanso nuestra soberanía agrícola, añadió la presidencia francesa.

Anuncian protesta en Bruselas

Agricultores franceses anunciaron que endurecerán sus manifestaciones contra el tratado de libre comercio con el Mercosur, mientras los sindicatos agrarios de la UE convocaron a una protesta en Bruselas para el lunes. Si este acuerdo es adoptado por los estados miembros y el Parlamento Europeo, acarreará profundas consecuencias para la agricultura en toda Europa, advirtieron los agropecuarios, pues consideran que deberán competir en inferioridad de condiciones.

Parte de las diferencias son las exigencias ambientales y sociales que demanda Europa, como los límites al uso de semillas transgénicas y a la deforestación, que en Sudamérica –en las décadas recientes– han sido prácticas comunes ligadas al avance de la producción agrícola.

Organizaciones no gubernamentales y militantes de izquierda europeos afirman que este proyecto aceleraría la deforestación de la Amazonía y agravaría la crisis climática. Greenpeace denunció que el texto es desastroso para el medioambiente.

En cambio, los productores rurales y exportadores sudamericanos mostraron entusiasmo por el ingreso al gigantesco mercado europeo, pero temen que cláusulas medioambientales y la oposición de algunos países limiten el comercio.

Ahora, el documento debe ser traducido, legalizado y refrendado por los países miembros de cada bloque, proceso que podría tomar de 18 a 24 meses antes de su entrada en vigor. La UE exporta al Mercosur insumos para el sector transporte, productos farmacéuticos y piezas de automóviles, que en conjunto representan 35 por ciento del valor total exportado.

Fundado en 1991, el Mercosur es el quinto bloque económico más grande del mundo y exporta a la UE ganado y piensos, productos petroleros y minerales (70 por ciento del valor total de las importaciones europeas desde esa región). Venezuela –actualmente suspendida– también es parte del Mercosur y Bolivia ingresó este año.

En la fotografía oficial de los integrantes del Mercosur no estuvo el jefe de Estado Brasileño, Lula da Silva, quien comentó problemas de agenda y se ausentó. No obstante, el ahora presidente pro tempore del Mercosur, Javier Milei, decidió no estar en la gráfica oficial del G-20, en noviembre pasado, cuya sede fue Brasilia, ante su conocido antagonismo con el anfitrión de esa cumbre.