María del Carmen Barranco Escobedo, representante de Mujeres Libertarias en Hidalgo, considera que en Tulancingo existe falta de comprensión sobre qué es el feminismo.
Según ella, esta situación ha llevado a un “monopolio” en la interpretación y práctica del feminismo en la región.
Esta crítica surge a raíz de que durante la administración del fallecido ex presidente priista Jorge Márquez, una representante del grupo feminista más conocido obtuvo espacios comerciales en lugares públicos, que vendía a mujeres bajo el nombre de “La Mercadita”.
Sin embargo, la actual administración municipal ha restringido el acceso a estos espacios, argumentando un reordenamiento en el Jardín La Floresta.
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María del Carmen, quien es sobreviviente de violencia vicaria, compartió su historia personal, recordando cómo se unió a “La Mercadita de las Insurgentas” en Pachuca, donde comenzó a vender moños a ras del suelo, en un esfuerzo por sostenerse y encontrar apoyo.
La activista relató que su vida dio un giro drástico en 2022, cuando por segunda ocasión se quedó sin sus hijas. “Organizaba eventos en Tulancingo con mamás emprendedoras, llamados ‘Momys Fest’, antes de padecer la violencia vicaria”, explicó.
Asegura que en este municipio existe una falta de comprensión sobre qué es el feminismo , lo que permite que el machismo prevalezca. “Llevamos como diez años atrasados en Tulancingo en el tema de feminismo”, afirmó.
Barranco también destacó la relación entre la violencia vicaria y la violencia institucional, señalando que muchas autoridades están comprometidas en otorgar la custodia a los agresores.
En su caso fue una jueza del Juzgado Tercero Familiar de Tulancingo, quien le quitó la custodia de sus hijas, por presunta violencia, sin tener pruebas suficientes.
Sin embargo, su lucha no terminó ahí; logró recuperar a sus niñas el 18 de enero de 2023, gracias a una jueza de la Ciudad de México, un proceso que ella atribuye al llevar como escudo al activismo feminista.
María del Carmen continúa apoyando a otras mujeres en situaciones similares. “He ayudado a alrededor de seis mujeres a recuperar a sus hijos en los últimos dos años”, concluyó, reafirmando su compromiso con la causa feminista en Tulancingo y la necesidad de un cambio en la percepción y el apoyo hacia las mujeres en la región.
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