Esta semana se cumplieron dieciocho años del único refugio para mujeres víctimas de violencia extrema que existe en el estado de Hidalgo, además único en cómo está organizado porque precisamente surgió de las organizaciones de la sociedad civil en conjunto con el estado lo que ha permitido sacarlo adelante con recursos federales y concursando proyectos y convocatorias, además de lo que aportan las asociadas y mujeres comprometidas.
Dieciocho años donde han enfrentado retos para atender a un número grande de familias, por ello me parece necesario compartir las cifras de estos últimos dos años que son una foto de las diferentes violencias, quienes la viven y quienes son los agresores, de acuerdo a sus datos internos del refugio En familia rompamos el silencio casi el 50% de las usuarias que atienden están en rangos de edad de ¡Menos de 15 años! Es decir, niñas que están viviendo situaciones de violencia por estar unidas en pareja cuando lo que debería estar ocurriendo en sus vidas debería ser la posibilidad de jugar, tener un proyecto de vida distinto y no tener que huir para salvar su vida, porque eso es lo que pasa cuando las mujeres están en un refugio: huyen dejando la vida y la de sus hijas e hijos para que quien es el perpetrador de la violencia no les pueda encontrar porque la violencia ha ido escalando tanto que lo que sigue en muchos casos si no hubiera una institución como esa es el feminicidio, de acuerdo a esta misma base de datos las actividades a las que se dedican quienes llegan a este espacio el 50% son trabajadoras domésticas, 8% estudia, 14% empleada, 2% campesina 5% comerciante, 2% servidora pública y 15% reporta otra actividad. Sobre el tema de los hombres agresores los datos que tienen son los siguientes: 22.86% forman parte de la delincuencia organizada, 28.57% tienen antecedentes penales, 48.57% son portadores de armas de fuego y 37.14% han cometido algún delito, como vemos la atención para las violencias se ha ido complejizando por lo que la atención debe de ir siendo más especializada sobre todo en el tema de las niñas que antes no habían llegado.
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Para poder obtener recurso federal tienen que realizar un proyecto anual donde desglosan los recursos necesarios para el sostenimiento cotidiano que además solo es otorgado por 9 meses por lo que tienen que buscar lo que hace falta para los otros tres meses y que por lo menos en el anterior sexenio a través de la gestión de una mujer comprometida como es Erika Rodríguez actual diputada local se logró darles durante 3 años estos recursos que ahora son gestionados a través de la CONAVIM tienen que ser comprobados fiscalmente y con ello se pagan a 24 especialistas de distintas áreas: médica, psicológica, legal nutricional, seguridad, etc., estos años además la población infantil triplica a las usuarias, otras de las actividades es dar talleres para que obtengan un recurso económico para sostenerse una vez saliendo del refugio y brindar contención al personal que atienden las situaciones de violencia tan necesario para seguir atendiendo. La historia de cada familia y mujer son complejas que va desde conseguir sus documentos que les quitaron sus agresores o que dejan al huir, trasladarlas incluso a otros estados y seguir procesos médicos de las secuelas que dejan las violencias.
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Mi pecho no es bodega Desafortunadamente no pude asistir a esta conmemoración por compromisos profesionales que ya tenía adquiridos con anterioridad, pero parte de esos compromisos fue asistir como parte de las testigas de honor con el gobierno del estado de Nayarit que precisamente anunció el primer refugio en el estado. Sin duda, son espacios que se necesitan, pero la verdadera celebración para mi será al menos que no sean las mujeres con sus hijas/hijos que se tengan que ocultar de la violencia extrema y que logremos que un día no se tenga que refugiar.