De manera simple, emprender es llevar a la práctica una idea de negocio, pero el lograrlo no es así de sencillo, se conjuga el talento con el capital.
De acuerdo con los datos más recientes del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), en el mundo existen 582 millones de emprendedores, de esta cifra el 40% de los nuevos emprendedores en 35 de 50 países, dice estar muy de acuerdo en que su motivación para lanzar un negocio es hacer una diferencia en el mundo; en tanto que, los que deciden no emprender es por miedo al fracaso.
Ciertamente emprender es una tendencia, para conseguirlo se fusiona una serie de factores; según el mencionado informe, la situación post pandemia aún no se ha logrado recuperar, y la falta de impulso y de confianza de los pequeños inversores afectó el nacimiento de nuevos emprendedores a nivel mundial.
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Sin duda el encierro por covid-19 dejó en claro que las formas de emprender cambiaron, el ajuste a lo tradicional se impuso, especialmente con apoyo tecnológico, se incrementó el uso de herramientas digitales y entre los ejemplos más al alcance se puede señalar las compras on-line y el teletrabajo que también sufrió un profundo cambio en su modelo de negocios derivado de nuevas necesidades por satisfacer.
Justamente en estos días, durante la Semana mundial del emprendimiento, impulsada por la Red Global de Emprendimiento, más de 170 países se unieron bajo el lema “Los emprendedores prosperan aquí”, se pronosticaron 40 mil eventos que atraigan a más de 10 millones de asistentes en casi todos los lugares del mundo, y se suma el evento a las muestras de visibilidad para nuevos emprendedores y mantenimiento de los ya existentes.
En torno al empuje que se le da a este renglón, mañana 19 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Emprendedora que tiene como finalidad visibilizar a la mujer y seguir contribuyendo al empoderamiento femenino en el mundo, también es una fecha que busca, entre otras cosas, reivindicar los derechos salariales de las mujeres con respecto a los hombres.
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Todos estos esfuerzos, se suman al deseo de impulsar el emprendimiento, de acuerdo con GEM, México cerró el año pasado en el lugar número 44 del ranking de los países para iniciar un negocio, lo cual representa un retroceso en las condiciones para emprender; igualmente, para el mismo periodo INEGI sentencia que el número de trabajadores independientes se detuvo, lo que nos genera una posición de que en nuestro país el camino es más complejo.
Los centros educativos son semillero de emprendimiento, especialmente en el nivel medio superior y superior, los emprendedores motivan más innovación, más oportunidades de empleo y mayor productividad y en las escuelas y universidades se procura incentivar, dar los elementos teóricos y acercarles oportunidades reales de emprendimiento con casos de éxito realmente sorprendentes.
La falta de capital para emprender, sigue siendo una constante. El emprendimiento es una tendencia en el mundo y se ha convertido en una opción laboral, especialmente quienes recién egresan del nivel superior muestran mayor interés por este rubro, sus ideas de transformación, innovación y comercialización de la mano con su competencia digital, les da más herramientas para integrarse a esta dinámica.