La pandemia ha sido un evento disruptivo en muchos sentidos, durante este tiempo los economistas han estado usando diferentes herramientas, muchas de ellas poco convencionales, para tratar de explicar los efectos económicos derivados del fenómeno en el corto plazo, esto es particularmente importante para que los gobiernos puedan tomar decisiones de política pública pronto y así reducir los efectos negativos derivados del Covid.
Esto viene a colación porque la semana pasada me encontré con un dato que INEGI viene reportando desde hace meses: el total de pasajeros que transporta el Tuzobús. Una de las variables que se toman en cuenta para observar cómo la actividad económica se va recuperando tras los cierres por la pandemia es justo la cantidad de personas que se transportan en un sistema de transporte público, aunque el Tuzobús es sólo una parte del sistema de transporte de la ciudad, es uno de los más importantes y por eso es bueno observar estas estadísticas para tener una idea de cómo la actividad de los pachuqueños va cambiando.
No hay muy buenas noticias al respecto, el Tuzobús, tanto sus troncales como alimentadoras, en noviembre pasado transportaron a 1.2 millones de pasajeros menos que en su punto más alto antes de la pandemia (febrero de 2020). Hoy el Tuzobús está transportando prácticamente a la mitad de pasajeros que transportaba antes de que iniciaran los confinamientos. En los tres primeros meses de 2020 el sistema transportó, en promedio, a 2.4 millones de pasajeros por mes, durante el primer confinamiento esa cifra bajó a 800 mil pasajeros para irse recuperando poco a poco hasta llegar a un tope de 1.4 millones de pasajeros mensuales. Lo mismo pasó durante el segundo confinamiento, en enero de 2021 se transportaron 1 millón de personas y poco a poco fue aumentando el número de pasajeros hasta llegar a 1.4 millones de pasajeros. De ahí no pasa.
Dos situaciones saltan a la vista aquí, la primera es que el regreso a las actividades no fue inmediato, después de que el gobierno levantó el confinamiento las personas tardaron un mes en empezar a volver a transportarse en el Tuzobús y la segunda es que se transporta mucho menos gente que antes. Difícilmente se dará otro confinamiento así que dejemos por el momento la primera situación de lado para enfocarnos en la segunda, que es la que hoy parece más relevante.
Los gobiernos tanto estatales como municipales deberían de estar tratando de averiguar la razón por la que la gente no ha regresado a usar el Tuzobús. Esto se puede deber a varias situaciones, una de ellas es que por miedo al contagio las personas hayan decidido transportarse de una manera diferente, puede ser que las personas estén usando más el auto u otro tipo de transporte igual o más contaminante, lo cual sería algo malo, pero también puede ser que las personas hayan decidido caminar más o hacer uso de otro tipo de transporte como la bicicleta, lo cual sería algo bueno. Apple, por ejemplo, reporta que para México en su conjunto, la gente ha dejado de usar el transporte público en un 13%. Otra razón puede ser que muchas personas hayan cambiado su forma de trabajar y lo estén haciendo desde casa. Pero tal vez la razón no sea que los pachuqueños hoy se transporten diferente o que estén trabajando en casa sino que de plano no tengan la necesidad de transportarse porque simple y sencillamente no tienen un trabajo. No tienen a qué salir. Este sería un gran problema.
Un millón de pasajeros menos al mes que han dejado de usar uno de los sistemas de transporte más importantes durante más de año y medio no es un número menor, es un dato que debería de preocupar al gobierno ya que nos puede estar dando una fotografía de la actividad económica de la ciudad.
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