El rugido de los ratones: historias pesimistas que calan 

En el vasto panorama de la literatura mexicana contemporánea, Daniel Herrera emerge como una voz crítica y perspicaz. Su libro El rugido de los ratones (Editorial Gato Blanco), una colección de cuentos que destilan humor ácido y realismo descarnado, refleja una década de observación y escritura. 

En entrevista con La Jornada Hidalgo, Herrera destaca detalles sobre su proceso creativo, las influencias detrás de su obra y su perspectiva sobre la sociedad mexicana. 

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Son 10 años de estar escribiendo cuentos. No fue como que decidí escribir todos estos relatos de una vez; simplemente iban llegando historias, una tras otra. Mi mente estaba enfocada en mostrar cierta clase social de este país, una crítica a cierto tipo de mexicano. A la par, mis historias suelen ser pesimistas porque esa es mi visión literaria: historias teñidas de desencanto y humor ácido. Es algo que surge naturalmente en mi escritura”, explicó Herrera. 

Y como buen mexicano, mantiene el humor a pesar de la sangrienta situación por la que puedan atravesar sus personajes. 

Ese humor ácido es su forma de asimilar la vida, de ver con otros ojos el mundo y a México, que no precisamente está en un momento de paz.  

El humor es una de mis actividades favoritas, tanto en la vida como en la literatura. Me inspira mucho Jorge Ibargüengoitia, aunque él es más optimista que yo. Mi humor es más ácido y desencantado, pero siempre está presente. Incluso cuando trato de escribir algo serio, el humor termina apareciendo. Es mi forma de asimilar el mundo, conjugando asombro y risa”, respondió el autor. 

Cada cuento es un retrato de la sociedad mexicana, de su pobreza, idiosincrasia, de esa cultura popular que derrocha color, olor y sabor. 

Leer El rugido de los ratones es adentrarse en el México que duele, en el que está afuera de la casa de cualquier ciudadano de barrio. 

Me gusta el realismo en el arte y la literatura, quizá porque trabajé en periodismo un tiempo. Suelo salir a la calle, observar a la gente y tomar rasgos de aquí y de allá. Es importante para mí que los personajes se sientan reales y que tengan voces distintas. Por eso me tomó tanto tiempo escribir este libro: revisaba y reescribía hasta lograr que cada personaje tuviera su propia personalidad. 

“Mi intención siempre ha sido que cada personaje tenga su propia esencia y que cada historia se sienta única. Trabajé mucho en eso, buscando un realismo que permitiera a los lectores sentir que están dentro de la historia. Es un detalle obsesivo mío, pero creo que vale la pena. 

La intención siempre es que ninguno hable igual, que ninguno se parezca a otro de los personajes, eso es como una constante medio excesiva mía, que cada uno tenga un lenguaje y una forma específica y tal vez, por eso me tardé diez años escribiendo estos cuentos porque revisaba y trabajaba y revisaba y revisaba y volví a trabajarlos”, relató el escritor. 

Daniel Herrera descarta que en el libro exista un cuento autobiográfico, aunque hay inspiración de situaciones que ocurrieron a seres cercanos a él. 

De todos los relatos que están plasmados en El rugido de los ratones, hay uno especial y que se cuece aparte. 

“Hay uno que terminó saliendo del libro porque se va a convertir en novela. Sin embargo, de los que quedaron, le tengo cariño al cuento Héroes de fin de semana. Es el más optimista y menos violento de todos. Trata sobre jubilados que forman un grupo de rock, y es una historia muy tierna. Creo que muchos pueden identificarse con ella”. 

Dentro de la obra en un cuento se nota una influencia de la nota roja periodística, esa que Herrera recopiló durante mucho tiempo y le gustaba analizar, claro, cuando no era un género periodístico tan criticado y antes de que diera ese giro hacia reflejar las acciones del narco. 

“Durante años, la nota roja fue una gran fuente de inspiración para mí. Solía recopilar historias de violencia pasional, robos y situaciones similares que me ayudaban a construir personajes y escenarios. Hoy en día, la nota roja ha cambiado mucho; ahora está dominada por el narco y ha perdido ese matiz cotidiano que tanto me interesaba. Pero en cuentos como Sangre en el arco iris, se refleja esa vieja influencia”, expresó. 

Ahora, el autor está concentrado de su nuevo material, un cuento que originalmente era parte de esta colección y está evolucionando hacia una novela. 

“Estoy trabajando en ello con calma. Por otro lado, sigo observando, escribiendo y buscando nuevas historias que contar. 

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“Espero que disfruten los cuentos, que se vean reflejados en ellos y que encuentren una mezcla de crítica, humor y realismo. Es un libro que invita a pensar, pero también a reír y a conectar con los personajes de maneras inesperadas. 

El rugido de los ratones es una invitación a mirar el México cotidiano desde una perspectiva crítica y humorística, un regalo literario que espero resuene en cada lector dispuesto a adentrarse en sus páginas”, comentó. 

MHO


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