El Plan T, Transformación desde el INE

Exactamente. No mames, desde las dramáticas reuniones con los padres de Ayotzinapa hasta esto; no mames. No voy a mentir y te voy a decir cómo hablaba ese cabrón: ‘yo jefe gran nación chichimeca; vengo Guanajuato; yo decir aquí o diputados para nosotros o yo no permitir tus elecciones– Estas palabras literales salieron de la boca de Lorenzo Córdova, quien hasta el lunes 3 de abril fue el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral.

Así se expresaba en una grabación en Youtube de una charla telefónica en la cual el consejero presidente del INE hacía mofa de cómo hablaba Hipólito Arriaga, en la reunión que tuvo en 2015 con él en un evento llamado, paradójicamente,  Elecciones sin Discriminación; su interlocutor, Edmundo Jacobo, quien también se va con Córdova, este último luego de ser, primero invalidado por el plan “B” de la reforma electoral y luego, al ser reincorporado arbitrariamente por los tribunales, decide irse con su jefe, amigo y comparsa clasista.

Los consejeros y los partidos conservadores, lejos de exigir renuncias, se escandalizaron por el “espionaje” minimizando las graves formas del que será ya exconsejero presidente. Una prueba, de tantas, que el poder político de nuestro país antes de la llegada de la Cuarta Transformación ha estado dominado por pequeñas élites que, además, hacen gala de un clasismo casi sectarista, lo público para ellos era en realidad la decisión de unos cuantos, vaya pues… la mafia del poder y sus esbirros.

No sería esta la única acción. En los últimos años, Córdova y el consejero Ciro Murayama se sumaría a una sistemática campaña de descalificativos disfrazados de “defensa democrática” para atacar a morena, sus principios y al propio presidente. Cada día fue más evidente de que lado estaban, con una desfachatez burlona acudían incluso a las reuniones plenarias de los diputados del PAN.

Como Diputada de la Comisión de Reforma Político Electoral y en la máxima tribuna del pueblo, la de la Cámara de Diputados se lo dije: Estaban en su derecho de participar políticamente, pero entonces que RENUNCIARAN como árbitros, y dejaran la simulación.  

La memoria histórica del pueblo mexicano no debe olvidar que aún se conservan en los institutos supuestamente autónomos como este, los defensores más rancios de la derecha neoliberal, pero conservadora. Que aún desde sus cotos de poder tratan afanosamente de escudarse en la ley para poder frenar el cambio verdadero.

Con la elección reciente de quienes ahora serán las nuevas consejeras y consejeros del INE, Acción Nacional vuelve a demostrar su moral “a modo”. Pues por una parte se quejaron e impugnaron las reformas al INE. Se tuvo que escoger a las y los consejeros bajo el formato que ellos mismos crearon, y ahora… se escandalizan y quieren impugnar el proceso que en la misma sesión del Congreso del pasado jueves 30 de marzo en tribuna se comprometieron a respetar.

La congruencia de la Derecha es y ha sido solo con los intereses y privilegios de unos cuantos. Pudiendo cambiar sus principios o versiones a placer.

Afortunadamente, como en mi querido Hidalgo ¡Ya se van! y desde esta columna le envío mis más profundas felicitaciones a la consejera electa Rita Bell López Vences y a los consejeros electos Jorge Montaño Ventura y Arturo Castillo Loza. Pero de manera muy especial la Consejera Presidente electa Guadalupe Taddei Zavala.

La transformación avanza, se nota. En este sexenio se ha tenido a la primera Secretaria de Gobernación, a la mayoría de gobernadas como nunca había pasado, casi todas ellas de morena; la primer gobernadora del Banco de México, la primer ministra de la Suprema Corte y ahora, la primera Consejera Presidenta del INE.

Este empoderamiento y respeto a las mujeres, incluso las que no comparten la ideología de la 4T, solo se pudo dar con un presidente humanista como lo ha sido Andrés Manuel López Obrador, en un clima de verdadera igualdad que propugna la Cuarta Tansformación.

Mucha suerte consejera, desde Hidalgo cuenta con el respaldo del pueblo que espera mucho para transformar, ahora también al INE: El Plan T (Transformación).