Columna de Jorge G. Correa

El nepotismo y sus consecuencias

Una de las debilidades más frecuentes en la vida política es la inclinación de algunos líderes a involucrar a familiares o personas cercanas en sus decisiones y gestiones. Este tipo de prácticas, lejos de fortalecer sus administraciones, se convierte en un lastre que afecta su credibilidad y mancha su reputación.

Ejemplo de esto es el caso del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha enfrentado fuertes críticas por el manejo del caso de su hijo Hunter Biden. La decisión de indultarlo, evitando una sentencia de hasta 17 años por diversos delitos, ha abierto un debate sobre la imparcialidad de la justicia y el impacto de los lazos familiares en la toma de decisiones públicas.

Sin embargo, no es necesario mirar tan lejos. En Hidalgo, los casos de nepotismo y tráfico de influencias no son novedad. Es bien sabido que algunos políticos han beneficiado a sus allegados con terrenos, plazas comerciales, edificios y otros bienes cuyo origen difícilmente puede justificarse como el fruto exclusivo de su labor como servidores públicos.

En el actual régimen, se han detectado casos similares, particularmente en alcaldías donde servidores públicos han cedido a la tentación de contratar a sus familiares. Uno de los casos más sonados ha sido en Tulancingo, pero otras demarcaciones importantes también presentan este fenómeno, lo que pone en tela de juicio el compromiso con los principios de la Cuarta Transformación.

Si el gobierno en turno realmente aspira a erradicar la corrupción, como tanto lo pregona, debe priorizar medidas que combatan estas prácticas. El nepotismo fue una de las banderas con las que se atacó a los adversarios políticos, dejándolos en la lona. Repetir esos mismos errores no solo traiciona los ideales de la transformación, sino que también pone en riesgo la confianza de la ciudadanía.

La justicia no puede tener medidas diferenciadas; el cambio verdadero exige coherencia y congruencia. Solo así será posible construir un gobierno que realmente represente los intereses de todos y no de unos cuantos apellidos.

Off the récord

Las elecciones extraordinarias en Cuautepec resultaron, paradójicamente, muy ordinarias. Morena se consolida como la fuerza dominante de la región, pero el verdadero reto comienza ahora: demostrar si es capaz de sacar al crimen organizado de la zona.

Parece que algunos alcaldes no entienden que no entienden. La Auditoría Superior del Estado de Hidalgo tuvo que volver a capacitarlos después del desastre que fue su primera auditoría trimestral. ¿Será que todavía traen la cruda electoral o simplemente no se les da eso de administrar?

Mientras tanto, en Hidalgo ya andan cambiando los refranes: “Dicen que el buen juez por la Secretaría de Gobierno empieza