El Movimiento Naranja ¿realmente se mueve?

El ingreso del gobernador de Nuevo León con licencia, Samuel García, a la contienda por la presidencia de la república, generó expectativas muy altas para Movimiento Ciudadano.

Previamente, las dirigencias estatales ya venían ubicando a los mejores perfiles para hacerlos candidatos en los municipios y entidades federativas que tendrán elecciones el próximo 2024, de ahí que además de la militancia, ahora también ciudadanos comunes levantan la mano buscando una oportunidad.

En el arranque de las precampañas, el novel político regiomontano dio una zancada que lo colocó de inmediato en una posición que seguramente él suponía pero que no tenía era segura, sobre todo porque a su alrededor se habían tejido especulaciones sobre si es o no real su competencia, o ésta es comparsa para restarle votos a la representante del Frente Amplio Va por México del PAN, PRI y PRD.

Por lo que toca al estado de Hidalgo, la revuelta está a la vista con la rebatinga por candidaturas que hay por parte de una desgastada clase política que busca acomodo donde sea o donde se lo permitan, siendo Movimiento Ciudadano una de sus opciones, no obstante, ha quedado de manifiesto que quienes deseen subirse al barco pueden hacerlo, pero sin esperar privilegios.

Bajando el contexto a la Huasteca Hidalguense, el mejor posicionado para la candidatura a alcalde en Huejutla es el empresario Omar Ángeles Montiel, quien desde el 2018 “pintó su raya” con el partido de siempre (PRI) para iniciar su propia carrera a través de una asociación civil que se ha caracterizado por trabajo social en la que comparte responsabilidad con gente que se beneficia con apoyos materiales mediante aportaciones, lo que se traduce en incentivos a la producción y mejora en las formas de vida.

Ángeles Montiel habría rebasado dentro de Movimiento Ciudadano a personajes que ya estaban dentro del partido – Alejandro Mendoza Castillo y Darío Badillo Zúñiga – cuyo trabajo era netamente electorero porque aparecían en el escenario meses antes de comicios y únicamente para hacer presencia, creyendo que ese hecho los perfilaba como favoritos, sin considerar el poco o nulo el reconocimiento social hacia ellos.

MC ha echado a andar los engranes de su maquinaria, la cual, si bien es pequeña por ahora, esta podría crecer exponencialmente al tener entre sus prospectos a personajes de intachable conducta y con una buena y hasta excelente imagen ante una sociedad cada vez más informada y que está harta de ver a los mismos en cada proceso electoral vistiendo diversos colores en cada ocasión.

A decir de muchos, hay apellidos de empresarios que tienen cansado al electorado porque identifican plenamente que son los que compran el poder para sí mismos o para otros individuos, títeres a los que manipulan de acuerdo a sus intereses, de ahí que Darío Badillo Zúñiga sea visto más como una pieza del tablero de ajedrez de Raúl Badillo Ramírez – su tío – que como opción para los militantes y simpatizantes de Movimiento ciudadano.

El efecto de MC está latente en los municipios huastecos, donde, por ejemplo, suena Guillermo Bautista en Huautla, Max Rivera en Orizatlán, Clemente Salazar en Atlapexco, Esmeralda Navarro en Yahualica y Godofredo Escudero en Calnali como los posibles candidatos naranjas a los ayuntamientos; en tanto que la Maestra Martha Hernández, una docente con arraigo entre el gremio magisterial indígena por sus convicciones y valores, es vista como la mejor garantía en la fórmula para la diputación federal.

Sobresale decir que al menos hasta ahora no se ven “manos negras” en Movimiento Ciudadano, como ocurre ya en el frente amplio Va por México, PT, PVEM, Nueva Alianza y MORENA, donde se han inmiscuido empresarios que pretenden extender sus “tentáculos” para caer en blandito sea quien sea el ganador del proceso, como ocurre ya con Raúl Badillo que se ha unido a MORENA pero que presuntamente ha enviado a su sobrino Darío Badillo al PVEM, por mientras.

Por: Iñaki Fernández