El Molino 807: trabajadores de restaurante piden sindicato

Trabajadores del restaurante El Molino 807 se manifestaron esta mañana en la avenida Juárez, en Pachuca, frente al negocio, para exigir a la gerente y al dueño del lugar que firmen la documentación que el Tribunal Laboral envió para que se conforme un sindicato.

Empleados del restaurante comentaron que tienen miedo a represalias o ser despedidos si no se logra la rúbrica de los dueños, ya que desde que comenzaron con el proyecto han sido objeto de amedrentamientos, insultos, violaciones a derechos humanos, laborales y otros, para que desistan de su cometido.

Sin embargo, aseguraron que el sindicato permitirá que sus condiciones laborales mejoren, ya que algunos llevan dos o un año trabajando sin seguridad social; esto, a pesar de que lo han solicitado insistentemente, pero el personal administrativo les dice que se perdieron sus documentos o que está en trámite, sin ver resultados hasta el momento.

Asimismo, denunciaron que los hacen trabajar horas extras sin remuneración económica y tampoco se les permite ingerir alimentos mientras trabajan.

“Yo he visto como a compañeros de cocina y de piso, cuando les dan comida, les dan el pan rancio, comida en mal estado”, comentó uno de los inconformes.

Además, aseveraron que algunos compañeros han sido amenazados si se integran al grupo que busca el sindicato, aunque reconocieron que pocos no quieren la confirmación del organismo sindical.

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Desde diciembre del año pasado, el tribunal solicitó al restaurante una firma con la que aceptaría la incorporación del sindicato al negocio; sin embargo hasta el momento no ha ocurrido.

Por otra parte, Álvaro Gutiérrez Barranco, administrador único del Molino, en un comunicado aseguró que de los 39 trabajadores solo 10 simpatizan con el sindicato que fue denominado “Sindicato de Trabajadores del Comercio en General de Hidalgo Nueva Era”.

Afirmó que el grupo solo busca “fraccionar la planta laboral por los intereses egoístas de sindicatos”; además, dijo que “el sindicato no ha podido argumentar que la mayoría de los trabajadores no quiere al sindicato (sic)” y que no quiso, antes de la huelga, determinar el número de trabajadores que realmente simpatizan con el proyecto.