La suspensión indefinida de clases en cuatro institutos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) con el argumento de darle seguridad a la comunidad universitaria de esos campus, anunciada por el rector Octavio Castillo Acosta mostró el tamaño del temor del Clan Sosa de que el movimiento iniciado en el Instituto de Artes crezca y ponga en riesgo su hegemonía de 41 años.
Matar clases fue lo único que se les ocurrió para frenar el movimiento e impedir que el reclamo de alumnos por ser escuchados se extienda a todos los campus; ahora fracasan en la reanudación de clases en el IDA, por solidaridad de los académicos y culpar a alumnos de ser los agresores y supuestas infiltraciones, no borran las imágenes difundidas, prueba de la intervención de grupos de choque y porros enviados por Gerardo Sosa Castelán.
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La suspensión de actividades no será para siempre y la inconformidad de los alumnos del IDA, no; tampoco la solidaridad de la comunidad estudiantil de otros institutos y planteles incluso de un sector de la académica contra el manejo unipersonal de la institución que reclama pluralidad y participación en la toma de decisiones, cansados de que un pequeño grupo se beneficie y que la UAEH este secuestrada por un clan.
Mientras Octavio Castillo destaca por su sumisión e indignante obediencia como ninguno de los otros seis rectores impuestos, desde 1982 por Gerardo Sosa Castelán, porque es lo que se requiere para negar que enviaron grupos de choque, que se equivocan en sostener a María Teresa Paulín en la dirección del IDA, solo para demostrar que nadie puede contradecir al jefe del clan. Todo movido por el miedo de que, si ceden, pierden fuerza y el control de la UAEH, que le ha permitido a Gerardo Sosa, tres cargos de elección popular y disputar dos veces la candidatura a gobernador todo por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y como grupo político de permanencia transitar y tener posiciones en siete partidos políticos, con todo y su negro pasado de vandalismo y violencia porril, los alumnos del Instituto de Artes, los tiene apanicados.