Andrés Manuel López Obrador fue, sin duda, el presidente más poderoso de la era postrevolucionaria de México, en gran parte gracias al arrollador apoyo popular que recibió durante su mandato. Este respaldo le permitió sortear una pandemia global, resistir los embates de grupos antagónicos y navegar en un escenario internacional cambiante y complejo.
En Hidalgo, este respaldo se reflejó en la aceptación de sus políticas, las cuales se basaron en poner los cimientos de la “transformación del estado” a través de la implementación de programas sociales, la atracción de inversión vinculada al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y la infraestructura que dejó en marcha. Entre un 65% y 82% de los hidalguenses aprobaban su gestión, cifra que demuestra el profundo impacto que tuvo su administración en la entidad.
Puedes leer: Integración Laboral para Mayores de 50 Años
La influencia de López Obrador también fue decisiva en la elección de la actual presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, quien supo capitalizar este respaldo popular, obteniendo más de un millón de votos en Hidalgo. Además, su trabajo coordinado con el gobierno estatal y la esperanza de los hidalguenses por mejorar la infraestructura y atraer más inversiones contribuyeron a consolidar su victoria y a recibir el apoyo mayoritario en la entidad.
México ha dado un paso histórico al tener a su primera mujer presidenta, quien no sólo cuenta con un alta preparación académica, sino que ha demostrado ser capaz de practicar una política distinta: sabe cuándo tender puentes y cuándo actuar con mano firme.
Sin embargo, el reto de Sheinbaum es considerable. Su “padre político”, Andrés Manuel, fue un genio de la comunicación y la empatía, logrando conectar con diversos sectores de la población de manera única. Claudia tendrá que trabajar arduamente para estar a la altura de estas expectativas, especialmente en el ámbito de la comunicación, donde necesitará rodearse de actores políticos y asesores que la respalden y fortalezcan en este aspecto.
México entra en una nueva etapa con Sheinbaum al frente, encargada de continúar el ideario de López Obrador: “Por el bien de México, primero los pobres”. La transición a un nuevo gobierno trae consigo la posibilidad de consolidar y profundizar los cambios iniciados por la Cuarta Transformación.
Pero esta consolidación no sólo dependerá de la presidenta, sino también de los liderazgos locales: alcaldes, diputados, legisladores federales y los lejanos senadores hidalguenses, quienes deben entender que poner a los más desfavorecidos al frente de las políticas públicas será crucial para sostener este nuevo régimen.
Te recomendamos: Renombrando Hidalgo: Hacia Una Nueva Narrativa Política y Cultural
El compromiso de los actores políticos en Hidalgo será determinante para que la administración de Claudia Sheinbaum mantenga el impulso y el apoyo popular que heredó de López Obrador. Es fundamental que estos liderazgos locales no pierdan de vista que ser parte de este proyecto implica trabajar de manera coordinada, ser congruentes con los principios que los llevaron al poder y, sobre todo, mantener la cercanía con la gente.
Claudia Sheinbaum tiene una oportunidad histórica para llevar a México a un nuevo nivel de transformación. Su éxito no solo dependerá de sus habilidades y decisiones, sino de la cohesión y colaboración que logre con los actores políticos locales y nacionales. La apuesta es alta, y las expectativas, aún más. Pero si logra articular sus políticas con el espíritu de inclusión y bienestar social que ha caracterizado a la Cuarta Transformación, su gobierno podría ser recordado como el momento en el que México se reafirmó como un país más justo y equitativo para todos.
- Hidalgo se posiciona como referente en turismo deportivo con inversión y convenio de colaboración
- Recomendaciones para enfrentar la temporada de frío
- La Luna es más antigua de lo que se creía, según astrónomos
- Hidalgo aprueba profesionalización de directores de turismo municipales
- Aprueban leyes de Ingresos 2025 en municipios de Hidalgo