Pachuca y su zona metropolitana enfrentan un problema ambiental crítico. El relleno sanitario del Huixmí, destinado al tratamiento de los desechos de la región, presenta graves problemas de infraestructura que ponen en riesgo la salud y el medio ambiente de miles de habitantes.
Desde sus inicios, las primeras empresas que operaron en este espacio no implementaron membranas de protección ni sistemas de ventilación (bufas) necesarios para tratar los residuos de manera adecuada, lo que ha derivado en serias consecuencias.
Poco se sabe entre la ciudadanía sobre las empresas encargadas de tratar las toneladas de basura generadas diariamente en Pachuca. Una de estas empresas, Tecnosilicatos de México S.A. de C.V., no invirtió en una membrana de protección para el suelo y los mantos freáticos, lo que ha permitido que los lixiviados —líquidos tóxicos generados por la descomposición de los residuos— afecten directamente a las zonas residenciales y tierras de cultivo aledañas. Los habitantes de colonias cercanas, incluidos policías y familias que han adquirido viviendas a nivel residencial, están expuestos a estos contaminantes, lo que representa un riesgo para su salud y para la calidad del suelo.
En contraste, empresas como Conadia S.A. de C.V. han trabajado de manera correcta en la infraestructura del lugar, proporcionando un tratamiento adecuado a los desechos y garantizando mejores condiciones para los trabajadores en el relleno sanitario. Este ejemplo muestra que es posible gestionar adecuadamente los residuos en beneficio de la comunidad y el medio ambiente.
La situación se vuelve más compleja debido a los intereses económicos que se mueven detrás de esta problemática. Existen grupos que, por obtener beneficios económicos, se oponen a mejoras en el relleno sanitario. Empresarios de la construcción que recibieron múltiples favores an administraciones anteriores, pepenadores y un grupo de ejidatarios locales, favorecidos por la permanencia de este sistema deficiente, parecen actuar para evitar cambios en la gestión del relleno, incluso llegando a boicotear las acciones de mejora.
Ante esta realidad, es imprescindible que las autoridades de todos los niveles trabajen en una solución seria y sostenible. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath), junto con el ayuntamiento de Pachuca y otros municipios de la zona metropolitana, han anunciado que están desarrollando una propuesta de mejora para enero de 2025.
Este esfuerzo debe centrarse en establecer estándares de infraestructura que protejan tanto el medio ambiente como la salud de los ciudadanos, y en asegurar que los intereses económicos no comprometan el bienestar colectivo.
Es urgente que esta colaboración entre las autoridades locales y estatales se traduzca en acciones concretas para frenar el impacto ambiental del relleno sanitario del Huixmí. Los intereses oscuros no deben prevalecer en un asunto que afecta directamente a miles de hidalguenses.
Pachuca merece un sistema de gestión de residuos responsable, que priorice la sostenibilidad y la salud pública.