El espejismo Sosa

Las huestes del Clan Universitario salieron al proceso electoral para cumplir órdenes directas de Valle de Cáceres en San Javier: fingir apoyo y conseguir votos para su nueva franquicia el Partido del Trabajo (PT) desde donde pretende mantener su fuerza política que proviene del ya no tan férreo control de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

Lo cierto es que la capacidad de operación de este clan ha disminuido considerablemente, atrás quedó el espejismo que le generaron a la entonces dirigencia de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) cuando le ofrecieron al que fuera operador central, Gabriel García Hernández en el restaurante Tiro Girault en diciembre de 20177 “lana y estructura”.

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La negociación para apoderarse plenamente del PT, se detuvo con su detención, porque ya tenían preparada la designación de Osiris Leines Medécigo como dirigente estatal, actual diputado local que coordina en la 55 Legislatura al cuestionado por acoso sexual Edgar Hernández, a Tania Valdez y a la ex chef personal de Gerardo Sosa, Elvia Sierra, y mientras esto ocurre tienen como peón a Javier Vázquez Calixto que ya se ve como funcionario estatal.

El Clan Universitario se confirma como “espejismo político”; en la elección de gobernador logró 29 mil 500 votos, 6 mil 400 votos más que los registrados en la de diputados locales en 2021, es decir que con toda su “lana y estructura” las huestes de Gerardo Sosa que presume tener más de 60 mil personas en la UAEH (57 mil son alumnos, de ellos 23 mil 806 preparatorianos), lograron darle solo al PT 29 mil 500 votos.

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Si bien el PT mantiene el beneficio de las prerrogativas, su promedio histórico de votación ronda en 20 mil votos desde hace varios años, lo que indica que el poder del clan bajo las órdenes de Gerardo Sosa Castelán no llega a los 10 mil votos, lo que indica su debilitamiento político y al interior de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.