Dicen que las intenciones de un gobierno se conocen por cómo ejerce su presupuesto, como cada año, presidencia ha entregado al Congreso la forma en la que va a obtener recursos y la forma en cómo va a gastar en el 2024 y hay sorpresas.
El gobierno va a gastar en 2024 la cantidad de 9 billones de pesos. De aquí en adelante cuando me refiera a billones imaginen que estamos hablando de millones de millones de pesos, es decir, el gobierno en el 2024 va a gastar 9 millones de millones de pesos, no se preocupen si no pueden visualizar esa cantidad, ese número ni siquiera cabe en la pantalla de la mayoría de nuestros teléfonos. En 2024 se va a gastar 4.3% más respecto a lo aprobado en 2023.
Como se podrán imaginar, nunca antes un gobierno había estado frente a la oportunidad de gastar tal cantidad de dinero pero el problema no es ese sino que para poder gastar esa cantidad de dinero van a necesitar endeudarse. En pocas palabras, el gobierno va a gastar más de lo que va a ingresar. Cuando el gobierno ingresa menos de lo que gasta decimos que tiene un déficit. Los Requerimientos Financieros del Sector Público es la forma más amplia del déficit, en 2023 este déficit está estimado en 2.7% (en 2023 se está tomando deuda) y para 2024 está estimado en 5.4%, lo que hicieron fue duplicar el déficit de un año a otro, en 2024 el gobierno va a pedir prestado lo doble que en 2023. El gobierno pretende ingresar, números redondos, 7 billones de pesos en 2024 y va a tener permiso de tomar deuda por el restante, es decir, unos 2 billones de pesos. Cuando termine 2024 México va a tener una deuda de 16 billones de pesos.
No hace mucho en la radio y la televisión aparecía un spot en donde López Obrador afirmaba que no había endeudado al país, bueno, pues esta afirmación es falsa. No sólo eso, en los primeros seis meses del 2023 ningún gobierno desde hace 23 años se había endeudado tanto. En dos años el gobierno va a pedir prestado el equivalente a dos Fobaproas. La deuda es manejable todavía pero el problema con estar tapando el faltante con deuda año con año es que no sólo se empeña el futuro, además los costos presentes aumentan, para el segundo trimestre del 2023 el pago de los intereses de la deuda había crecido 34%. Este no es un problema menor, los déficits altos recurrentes pueden provocar inflación más alta y depreciaciones de la moneda.
Por si todo esto no fuera poco la situación se complica más cuando vemos en qué se va a gastar el dinero que se pida prestado. Si la inversión física es del 2.6% del PIB y el dinero extra que se requiere es del 5.4% del PIB, esto quiere decir que alrededor del 2.8% del PIB no se va a invertir sino que se va a gasto corriente. Imaginen que tienen una tienda de abarrotes y piden prestado $100,000 pesos, $48,000 pesos los van a ocupar para comprar productos que luego van a poder vender en la tienda para generar más recursos para, entre otras cosas, poder pagar el préstamo. ¿Y qué hacen con los otros $52,000 pesos? Arman un tremendo pachangón para celebrar su cumpleaños, grupo musical, DJ, barbacoa y whisky del bueno. Ese día se la van a pasar muy bien pero al otro día vendrá la cruda y el hecho de que con $48,000 pesos invertidos hay que pagar una deuda de $100,000 pesos.
En el último año el gobierno se va a ir de fiesta, no nos va a dar un mejor sistema de salud o una mejor educación o va a invertir en más carreteras, puertos o aeropuertos, se va a gastar una buena parte del dinero que pida prestado en cosas que no van a generar más recursos en el futuro. Es curioso cómo durante la pandemia no se quiso pedir prestado para salvar más vidas o para evitar que quebraran empresas y se perdieran menos empleos pero ahora sí, tal vez fue porque no había elecciones cerca. Disfrutemos la fiesta, nosotros la vamos a pagar.