DANIEL-FRAGOSO-EL SURTIDOR

Disfrutar el camino

“El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes” escribió Winston Churchill en el siglo pasado. Sigmund Freud, por ejemplo, afirmó que todo lo que hacemos surge de dos motivos: el impulso sexual y el deseo de ser grande. Por su parte John Dewey, filósofo norteamericano, aseguró que el impulso más recóndito de la naturaleza humana es, precisamente, el deseo de ser importante.

Sergio C. Fan Jul lleva esto a un análisis muy puntual de nuestra realidad al manifestarlo así: “a pesar de ese individualismo radical, de la insistente cantinela que de que lo podemos hacer solos, necesitamos a los demás para casi todo, sobre todo para tener éxito: el político busca votantes, el escritor lectores, el periodista seguidores, el músico, fans, el influencer, y todos los anteriores, followers. Followers. Followers. Muchas K’s. O una M. Nuestro éxito suele medirse en la capacidad de convencer a los demás de que nos aprecien, de que nos acepten, de que nos compren como el producto que somos. Ahora tenemos una medida casi científica para medir nuestra repercusión entre nuestros semejantes: el número de seguidores en redes que, sabemos, influye a la hora de avanzar en el mundo de la música, la literatura o el periodismo: un mundo distópico, tipo Black Mirror, donde nuestro destino depende de una cifra que nos otorgan los demás”.

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Ahora bien, existe una gran lista de biografías, documentales, series, bioseries, películas, libros, reportajes que tienen un único hilo conductor en común: los que están en la cumbre, en la cima del monte olimpo de su trabajo-profesión suelen sentirse solos, sufren ansiedades y depresiones, falta de sentido vital, síndrome del impostor, adicciones, pánico escénico, bancarrotas. Su máxima contradicción: lograr lo que más desearon y sentirse fatal al mismo tiempo.

Esto me lleva a pensar en el icónico rapero estadounidense Curtis Jackson mejor conocido por su sobrenombre: 50 Cent, quien es famoso por haber sobrevivido a un atentado donde recibió nueve disparos; por ser dealer de drogas antes de ser famoso y celebre por haberse declarado en bancarrota en 2015 por no poder pagar una multa de 5 millones de dólares; este hombre que salió de la bancarrota en 2017 tras pagar 22 millones de dólares, declaró  en el programa de radio “Big Boy ‘s Neighborhood”: “Creo que la depresión es un lujo porque, de donde yo vengo, no te puedes permitir estar deprimido. Tienes que pagar las cuentas, ¿no?… Tienes que trabajar. Tienes que levantarte y hacer lo que tienes que hacer. Es posible que no tengas personas en este momento, que no tengas ganas de estar allí, pero tienen responsabilidades”.

De este mismo rapero, quien ha visto a la muerte de cerca y ha vivido la muerte de sus ideales alejarlo de todo: del éxito y del fracaso, rescato también la frase: “Algunas personas nacen con muy poco; otras tienen la suerte de tenerlo todo. Cuando crecí, no teníamos mucho. Tuve que esforzarme para conseguir lo que quería… pero tenía esa hambre de más. No siempre tomé las decisiones correctas, pero aprendí de mis errores”. En suma, creo que lo más relevante es disfrutar el camino y no perder la verticalidad o como lo expresa mejor Churchill: “El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”.


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