Deportaciones masivas dañarían a EU y devastarían a México: expertos

El plan de Donald Trump, si es que resulta electo, para deportar hasta un millón de indocumentados cada año, crearía problemas económicos del orden de una depresión en Estados Unidos, pero en México el freno de remesas, el retorno de trabajadores a sus comunidades de origen y el desplome en el mercado de exportaciones mexicanas en Estados Unidos sería devastador, concluyen el profesor Raúl Hinojosa Ojeda de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y un equipo de investigadores en un nuevo análisis sobre las consecuencias binacionales de deportaciones masivas.

Para ilustrar la dependencia de algunos estados mexicanos sobre sus inmigrantes en Estados Unidos, Hinojosa y sus colegas señalan que 67 por ciento de la fuerza laboral de Guerrero, 61 de la de Michoacán y 69 de la de Zacatecas son migrantes. Calculan, usando datos oficiales del gobierno mexicano, que las remesas en 2022 representaban más de 12 por ciento del PIB de los estados de Zacatecas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca.

La gente está subestimando tanto el impacto negativo de lo que Trump está proponiendo para la economía estadunidense, lo cual alcanzaría un nivel de depresión, como lo que ocurriría del lado mexicano, que sería devastador, señala Hinojosa en entrevista con La Jornada.

Si estos trabajadores son deportados a esos estados no sólo perderían las remesas, sino que tendrían que encontrar empleo para los deportados. Imaginen qué ocurriría en cualquiera de estos estados si 50 por ciento de la fuerza laboral estatal de repente se presenta de regreso en casa. ¿Qué harían con ellos?, pregunta.

Para Hinojosa y sus colaboradores en la investigación, incluyendo Marcelo Pleitez y Joel Wynn, en UCLA, y Sherman Robinson, del Peterson Institute for International Economics, y Karen Thierfelder de la US Naval Academy, para México estos dos factores se combinarían con un tercero: la reducción de importaciones mexicanas al mercado estadunidense, resultado del impacto de las deportaciones, lo cual aumentaría aún más las consecuencias en éstos y otros estados en México.

Hinojosa subrayó que están emitiendo estos datos de esta investigación ahora para ilustrar qué tanto está en juego para la relación bilateral en la elección presidencial en Estados Unidos. Para Hinojosa, quien ha dirigido el Centro sobre Integración y Desarrollo de América del Norte en UCLA desde 1995, los datos no sólo son una advertencia de lo que puede ocurrir si Trump gana la presidencia y procede con su promesa de deportaciones masivas, sino una ilustración de qué tan integrados están México y Estados Unidos.

Esta es la primera investigación que realmente intenta ver la interdependencia de estos impactos, explicó. Desde 2019, los investigadores en UCLA y el Instituto Peterson han trabajado con datos brindados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y Financiera para el Bienestar con el fin de elaborar modelos de diversos escenarios para políticas de comercio, migración y remesas en el contexto de la interdependencia México-Estados Unidos.

Con ello, los investigadores desarrollaron modelos económicos para calcular el ingreso total combinado de trabajadores indocumentados en Estados Unidos en más de 624 mil millones de dólares. Sólo los trabajadores sin papeles contribuyen 1.28 billones al PIB de Estados Unidos.

Si sólo se deportan los primeros 1.3 millones de trabajadores indocumentados (el equipo de Trump juega con más de un millón cada año), la economía estadunidenses perdería más de un billón de dólares en actividad econíomica –cifra que es comparable con otros cálculos recientes elaborados por la oficina del presupuesto del Congreso de Estados Unidos y la Reserva Federal. Para México, la combinación de menores remesas y reducción de exportaciones a Estados Unidos resultaría en un desplome de 2.6 por ciento del PIB entre 2025 y 2028.

Pero el impacto nacional no sería igual para todo el país: Baja California perdería 7.1 mil millones de dólares en el PIB, Campeche 5.2 mil millones, Chihuahua 8.9 mil millones, Nuevo León 9.5 mil millones, estado de México 5.9 mil millones, Guanajuato 5.4 mil millones y Jalisco 6.2 mil millones.

Estamos de regreso a ese dicho de que cuando Estados Unidos le da un resfriado a México le da neumonía. Y el colapso de la migración como una transmisión (del contagio) realmente resalta la interdependencia desigual entre los dos países, afirma Hinojosa.

Sin embargo, el profesor de UCLA y veterano investigador de la relación binacional agregó que el equipo de investigadores evalúa que si la vicepresidenta Kamala Harris –a quien Hinojosa conoce desde los años 80– logra implementar una reforma migratoria integral, eso tendría un impacto positivo y amplio para ambos países. Encontramos que la regularización tendría impactos positivos sustanciales. Con inmigrantes no autorizados logrando la ciudadanía (bajo una reforma), se vuelven mucho más productivos y llegamos a un incremento de 0.6 por ciento en el PIB real, escriben los investigadores en el borrador de su análisis.

Combinando la regularización de la fuerza laboral indocumentada existente con un incremento en la migración legal de aproximadamente 1.1 millones cada año (de la cual 60 por ciento son trabajadores) podría producir 1.33 billones en crecimiento adicional del PIB en Estados Unidos a lo largo de 10 años.

La regularización y migración legal adicional en el futuro también tendría resultados positivos para México. Las exportaciones se incrementarían 13.1 por ciento y las remesas se elevarían 65.7 por ciento a lo largo de los próximos 10 años, escriben los analistas. El PIB de México se incrementaría 5.2 por ciento, el equivalente a 72.3 miles de millones en dólares de 2022. Estos efectos se sentirían más en Baja California, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Chiapas, Guerrero y Michoacán.

Por: Jim Cason y David Brooks, corresponsales