Daniel Andrade “traspasó” el gobierno de Huejutla a Alfredo Román

Exhibiendo una vez más su soberbia, el edil de Huejutla Daniel Andrade Zurutuza menosprecia al electorado huejutlense. En una franca, total y absoluta postura de altanería y prepotencia, el presidente “entregó” de manera simbólica y con un año de anticipación, el gobierno municipal al que fue su elegido para ser su sucesor, el dos veces alcalde Alfredo San Román Duval.

Cuál si fuera un acto de realeza Dany Andrade dio a entender que los huejutlenses no tienen la capacidad para elegir a su gobernante y que por lo tanto es él y únicamente él quien, como autoridad máxima en turno, debe asumir ese papel.

La actitud de quién está al frente del gobierno de Huejutla (más no el que gobierna) demuestra que poco o nada la importa la democracia, que definitivamente no es de su interés que haya tiempos electorales y que en ellos participe la ciudadanía, porque por encima de ellos ya lo expresó públicamente.

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Daniel Andrade, con su nivel académico y por la responsabilidad que ha tenido al desempeñar cargos de elección popular, debería tener claro que los gobiernos no son herencia de nadie y para nadie, no obstante, parece que se quedó en la época de líder de partido político, donde su voluntad era todo y nunca escuchó a nadie.

Muchos huejutlense ya descubrieron qué clase de persona es su presidente municipal, lo tiene identificado como un tipo que no escucha razones, un individuo que no entiende más que su lenguaje, un funcionario que se impone por encima del sentido común para hacer valer su peso como autoridad, incluso pasando y pisoteando los derechos ciudadanos.

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El ensayo de “sucesión de poder” hecha por Daniel Andrade se llevó a cabo al término de su tercer informe de gobierno, desde un templete en el que se hizo acompañar por un Alfredo San Román Duval que, entre risas de nervios y desconcierto, escuchó como “heredaba” con más de 340 días de anticipación el municipio de Huejutla de quien en ese mismo lapso dejará de gobernar.

Con el clásico rostro de “no me ayudes compadre”, San Román no atinaba qué hacer y se le vio sorprendido, posiblemente porque su muy anticipado destape representa más una efecto político negativo que una promesa de fortaleza para sus pretensiones, pues en automático y gracias a Daniel Andrade, se convirtió en el rival a vencer por todos los ciudadanos y sus partidos políticos que aspiran a la alcaldía huejutlense.

Habrá que esperar, como bien lo dijo Daniel Andrade en su postura de virrey, qué pasará en los siguientes días, toda vez que se tendrá que conocer la opinión del Gobernador Julio Menchaca Salazar, aunque se comenta que el pronunciamiento no cayó nada bien en cuarto piso, hay que esperar a ver el sentir de dirigentes y actores de partidos políticos, al igual que el veredicto de los sectores sociales que en dos ocasiones padecieron o se beneficiaron del popular carretas.

Pero más allá de todo lo anterior, será de gran relevancia conocer la decisión de los electores, de esos a los que hoy Daniel Andrade ignora y menosprecia, esa población a la que hoy a través de delegados y regidores dictó como orden que deben cobijar a San Román.

Por: Iñaki Fernández