🕰️ Pisaflores: el Cabildo juega a las sillas… pero sin silla
En su comparecencia, Guillermo Olivares prácticamente dejó al descubierto el enredo político en Pisaflores. Silvestre García, suplente de Miguel Bahena, no ha podido tomar protesta porque en el Cabildo no le creen ni el saludo: su propia hermana está involucrada en el homicidio del alcalde. Legalmente nada se lo impide —la ley no castiga parentescos incómodos—, pero políticamente nadie quiere cargar con ese paquete. Mientras tanto, las y los regidores siguen estirando el suspenso como si fuera novela de las nueve. Si no se deciden pronto, será el Congreso quien tenga que repartir la silla… y los costos.
🕰️ Multas con sello decembrino
En Pachuca comenzó a verse más presencia de policías de tránsito en distintas avenidas. Automovilistas comentan que, en varios casos, los elementos están aplicando infracciones por faltas menores o interpretaciones estrictas del reglamento. En algunos recorridos incluso habrían sancionado vehículos con placas para personas con discapacidad. Ojalá el presidente municipal revise cómo se están realizando estos operativos, porque mientras la ciudadanía pide atención a temas de seguridad, las multas parecen llevar mano.
🕰️ Bienestar con baja visibilidad
Quienes resultaron afectados por el huracán Priscila señalan que los apoyos federales no han llegado al ritmo que esperaban. Entre comentarios recurrentes, destacan que casi no han visto al delegado del Bienestar, Abraham Mendoza Zenteno, en las zonas impactadas. Piden mayor claridad sobre los avances y una comunicación más directa, pues las familias afectadas quieren saber cuándo y cómo se cumplirán los compromisos establecidos.
🕰️ Comparecencias a modo: la oposición cambió las espadas por cucharas
Lo de las comparecencias de Guillermo Olivares y Elizabeth Quintanar fue casi un spa legislativo. La oposición, tan ruda en redes, llegó sin filo y sin intención de incomodar. Preguntas suaves, cero datos duros, ningún apretón serio. Todo parecía tan planchado que hasta faltó el suavizante. Las y los diputados que presumen valentía desde el teclado, cuando tienen a los funcionarios enfrente se vuelven adornos, apenas moviéndose para asentir. Así, cualquiera “solventa” cuestionamientos.
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