“He vivido un infierno y sigo en él, pero no me voy a dar por vencida”, así dio inicio la plática que tuve con Ceci Flores, quien se encuentra presentando su libro “Madre Buscadora, crónica de la desesperación”, y que por momentos los recuerdos y los hechos presentes fueron cortando su voz hasta ahogarla con un leve llanto y a mí encogiendo el corazón debido a la injusticia e impunidad que hay en el país.
Y es que según cifras oficiales el número anual de personas desaparecidas o no localizadas entre enero del 2006 a septiembre de 2023 es de 95 mil 900 de las cuales más de un 70% son hombres.
Y Ceci, mujer valiente con muchos ovarios, a pesar de que sus dos hijos son parte de dichas cifras, no se detiene en los números, porque son eso, ella sólo tiene un objetivo y hasta no tener de regreso a sus dos hijos que fueron levantados por el crimen organizado y que todavía no sabe dónde están.
“Me decidí a contar mi historia porque es una historia muy amarga y fatal. Tengo dos hijos desaparecidos, Marco Antonio que se lo llevaron el 30 de octubre del 2015, desde ese entonces empezó mi búsqueda.
“Yo me agregué a un grupo de madres buscadoras aquí en Los Mochis (Sinaloa) con las cuales participaba en la búsqueda”, aseguró.
Sin embargo, una vez más la tragedia la tocó a ella y a su familia y es que en 2019 sus otros dos hijos desaparecieron, el mayor junto con el menor.
Pero esto a Ceci no la encerró en su tragedia, sino todo lo contrario, ella sacó la fuerza de una madre y puso manos a la obra, pese a que desde un principio sabía que estaba desamparada por las autoridades locales y federales.
Ya que buscó su apoyo cuando, ahora sus tres hijos, no eran localizados. Los portazos fueron y siguen siendo muchos, no hay ley quien la proteja, no hay autoridad a quien le interesen los desaparecidos, asegura.
“Al ver que no había apoyo por parte de las autoridades, pues me vi en la necesidad de ser yo quien saliera a buscar a mis hijos, con palas y picos, porque ya tenía experiencia.
“Ya tenía cuatro años buscando a Alejandro y tenía la experiencia de saber cómo podía empezar la búsqueda y qué es lo que tenía que hacer. Así que inmediatamente me fui a los montes y empecé esta lucha”, aseguró.
Ceci el 10 de mayo de 2019 formó el colectivo “Madres Buscadoras de Sonora” y fue desde ese instante que se dio cuenta que no estaba sola, que había muchas familias buscando a sus seres queridos por todos lados.
Y es que un día normal en la vida de Ceci es reunirse con sus compañeras en punto y de ahí agarrar carretera, pero no lo hacen a ciegas, dice, porque siempre hay rumores, llamadas anónimas, que hacen que las madres buscadoras tomen caminos de terracería, carreteras no exploradas, veredas jamás caminadas.
Cualquier hallazgo, huesos u osamentas, dice es un hijo o hija menos en la lista que nunca deja de moverse hacia arriba.
Sin embargo, gracias al ímpetu, valentía y fuerza, Ceci consiguió un 10 de mayo que le regresaran a su hijo menor, con vida. Situación pocas veces vista.
Y es que gracias a sus investigaciones ella dio con el narcotraficante que se los llevó y que encaró al ir a la casa de este y amenazarlo con lo que tenía, mente, corazón y astucia.
Ella confiesa que sabe que los dos hijos desaparecidos, al menos uno estaba en malos pasos, pero el menor y otro más (al que no encuentra) fueron confundidos.
Ceci encaró a la persona que levantó a sus hijos, lo amenazó con que ella tenía contactos con el Cártel de Sinaloa (cosa que no es cierta) y que, si él quería vivir, le exigió le dijera dónde estaban.
Tras esto, narra, se retiró con todo su ser temblando, pero segura de que habría una respuesta, y así fue, Ceci recibió una llamada un 9 de mayo y la voz le aseguró que iba a recibir un regalo del Día de las Madres.
Le dijeron que todo tenía que ser de noche en un camino peligroso, relata, pero que no tenía que avisarle a nadie si es que quería ver a su regalo con vida. Y fue así como a ella le regresaron a su pequeño hijo.
“No creo que me lo hayan entregado por miedo, yo pienso que fue por lástima de ver el dolor que han causado en mí y de saber que mi hijo era inocente, que no era culpable de todo lo que aseguran que es mi hijo mayor, pero no es así”, indicó.
Y pese a la alegría que tuvo el regreso del menor, Ceci Flores no cesa su búsqueda de los otros dos que sabe que tarde o temprano los hallará.
“El apoyo por parte de las autoridades en la búsqueda e investigación de los desaparecidos es nula, porque para ellos nuestros hijos son delincuentes, pero para nosotras son toda la vida y lo arriesgamos todo, vida, familia, salud.
Sigue leyendo: Crisis económica y familiar
“Y es que han matado a compañeras nuestras por seguir buscando a nuestros hijos, todos los días arriesgamos algo, pero todos los días nos levantamos con la esperanza y la fe que ese día será el que podamos traer a nuestra casa o sepultar a nuestros hijos”, aseguró.
Ceci está protegida por el mecanismo federal 2021, ya que empezó a tener amenazas de muerte y eso es constante por lo que se tiene que desplazar seguido a otras entidades del país para alejarse del crimen organizado.
Estuvo “escondida” en el Estado de México, donde también creó un grupo de madres buscadoras y en donde éste organiza a las familias para que salgan a buscar a sus seres queridos.
“Creo que el miedo es el que me ayuda a seguir adelante porque el miedo a perder la vida y a perder la oportunidad de que mis hijos vuelvan a casa es lo que me mantiene de pie, luchando constantemente, por ellos, por sus hijos de ellos”, aseguró.
Entre las cosas que confesó es que son las mismas personas del crimen organizado los que “ayudan” a ellas a la localización, pero que eso es muy poco y por lo regular se burlan dándoles localizaciones falsas.
“Pensamos que son ellos, que les damos lástima, porque son ellos los que se llevaron a nuestros hijos e hijas y son ellos los que nos dan y quitan, porque el gobierno pasa de noche, no les importamos”, explicó.
Puedes leer: Concluyó en Huejutla 23° Feria del Libro Infantil y Juvenil
Su voz se entrecortó, cuando a pregunta expresa de qué la mantiene de pie, fuerte y sin quebrarse, aparte de la esperanza de encontrar a sus hijos, y sin duda ni pausa alguna aseguró que sus nietos.
Son ellos, los que hacen que Ceci crea que muy pronto localizará a sus seres queridos y que pronto ellos, sus niños, vuelvan a ver a sus padres, aunque en la realidad sea esto una idea.
El libro editado magistralmente editado por Fondo Blanco esta semana será presentado y junto a este, Ceci espera que la gente sepa lo que viven día a día las madres buscadoras de hijos e hijas desaparecidos.
– ¿Cuando por fin encuentre a sus hijos esto termina para Ceci?
“Jamás, nuca va a terminar hasta encontrar a todos, porque todos son hijos e hijas de nosotras, de los padres, quienes no por miedo, sino porque tienen que seguir manteniendo a los que quedan, tienen que irse a trabajar y es cuando ellos nos dejan solas.
“Por eso tengo mi asociación, para que los niños de los desaparecidos y familias que se han quebrado, de madres solteras, tengan el apoyo de escuela, algo de alimento y ropa.
“Porque no sólo desaparecen gente, sino que rompen familias, rompen infancias, rompen corazones”, aseguró.
Y es que su lucha no sólo ha quedado registrada en el país, sino que también ha alzado la voz en Estados Unidos, donde hace poco fue y habló de este problema que vive la nación completa y que al parecer no interesa, al menos no a los que están arriba en el poder político.
- Todos mis libros contienen una dosis de humor: Agustín Sánchez
- Culpable: la novela que no solo atrapa por su trama, sino por la humanidad
- Destacados autores hidalguenses presentan sus obras en la FIL Guadalajara 2024
- Casa Sola: cuentos para escapar de la depresión
- Aquí había una frontera: el hambre heroica del barrio