Crisis en Tulancingo

No terminaba de causar asombro en la población el descubrimiento de la Nómina Familiar en el ayuntamiento de Tulancingo de Bravo, que pone en tela de duda la honestidad y transparencia de la administración de la morenista Lorena García Cázares cuando regidoras de oposición ingresaron una solicitud para que el Órgano Interno de Control inicie una investigación por presuntos malos manejos por 2.4 millones de pesos.

Porque el presupuesto para eventos cívicos y culturales era de un millón 214 mil pesos y se gastaron en tres actividades 3 millones 617 mil 933 pesos; 2.4 millones de pesos más, que nadie sabe de donde salieron o de que otra partida presupuestal se tomaron lo que a todas luces es una irregularidad, además sorprende que se haya gastado un millón 464 mil pesos para el Día de Muertos.

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Aquí se pasaron de vivos, porque si bien no son cantidades espectaculares, sí que se presenten anormalidades en el manejo de los recursos públicos municipales en los dos primeros meses de la administración municipal, además de 32 casos, hasta ahora de nepotismo que incluyen a la presidenta municipal y a sus secretarios de mayor confianza en contra de los principios que enarbola la Cuarta Transformación.

Todo en medio del hermetismo de la presidenta municipal, aun cuando estos escándalos empiezan a escalar en la descalificación ciudadana, porque no hay resultados en materia de servicios, pero sobre todo de seguridad al aumentar los delitos y fracasar la estrategia de prevención de delitos, por una administración caótica en los primeros sesenta días, todo seguido de una crisis política que pone en riesgo la gobernabilidad.

Se considera urgente la intervención del Congreso local para poner orden en la administración tulancinguense antes de que se generen manifestaciones de la población que está altamente politizada, además de generar una imagen negativa al gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).