Por el uso de cubrebocas, mujeres optaron por embellecer su mirada de una manera práctica que ayuda también a su autoestima.
“Los servicios referentes al peinado y maquillaje disminuyó, sin embargo, en otros se incrementó”, menciona Aída Monroy, estilista.
Microblanding (diseño de pestañas), delineado permanente y colocación de pestañas, adquirieron mayor relevancia, pese a ser considerados un lujo.
Aida Monroy comparte que a partir del mes de marzo todas las citas programadas de maquillaje y peinado, se cancelaron.
A través de promociones y descuentos en tratamientos faciales continuó la atención a sus clientes durante el mes de marzo.
Su economía se favoreció gracias a mujeres profesionistas, principalmente maestras y personal médico, que en noviembre y diciembre buscaron el área de belleza para sentirse mejor.
“Algunas de ellas, que por la contingencia no viajaron y contaban con un dinero extra, optaron por hacer cambios en su aspecto, con lo cual también mejoraron su estado de ánimo”.
Aspectos prácticos y estéticos con los que luzcan “naturales”, son las condiciones actuales en estudios de belleza.
“Las mujeres invierten gran cantidad de dinero y tiempo en su arreglo, y con estos tratamientos ahorran en ambos aspectos”.
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